La provincia de Mendoza se encuentra conmocionada por un aberrante caso. Una joven de 20 años denunció que fue secuestrada y abusada sexualmente por un vecino en el barrio El Borbollón, en Las Heras. El hecho desató un intenso operativo policial para dar con el agresor, quien permanece prófugo.
La víctima fue vista por última vez alrededor del mediodía del lunes, cuando regresaba de cursar en la facultad. Tras bajar del colectivo del Grupo 300 en la Ruta 40, se dirigió caminando a su casa mientras estaba en contacto con su madre hasta que repentinamente dejó de responder, lo que encendió las alarmas de su familia.
Según el relato de la joven, fue interceptada por un hombre que conocía del barrio, ya que había trabajado como albañil en su vivienda. El sujeto le pidió que se acercara, y en cuestión de segundos, la arrastró hasta su casa, donde la mantuvo cautiva durante varias horas, la amenazó con matarla y abusó de ella.
Tras lograr escapar, la joven recibió ayuda de un colectivero, quien la llevó de regreso a su hogar.
Aunque al principio no la reconoció, debido a que llevaba una capucha puesta, pronto se dio cuenta de quién se trataba. “La conozco porque es pasajera de todos los días y además sabía que la estaban buscando”, relató Adrián a Radio Nihuil.
Con una voz entrecortada y llena de angustia, la joven subió al colectivo y, sin perder tiempo, le confesó al chofer el sufrimiento que había padecido. “Lo único que me dijo fue: ‘Me hicieron de todo’ y lloraba”, recordó el chofer, quien no dudó en desviar su recorrido para llevarla rápidamente hasta el cruce de la Ruta 40 y la calle San Ramón, donde se encontraban los padres y vecinos de la joven, reunidos en busca de su paradero.
Los vecinos de Las Heras se organizaron para iniciar la búsqueda del agresor. Compartieron información de la búsqueda a través de un grupo de WhatsApp, pero el hombre también era parte del chat y no lo sabían. Llevaba tres meses viviendo en el barrio sin que fuera reconocido plenamente por la comunidad. Por esto mismo, creen que utilizó la información que difundían a su favor para evitar ser descubierto.
La Policía desplegó un operativo con helicópteros y drones para dar con el paradero del hombre. Aunque los testigos señalaron que el presunto agresor se encontraba en el interior de su casa y que los oficiales se demoraron en detenerlo, por lo que logró huir por un oscuro descampado que hay detrás de su vivienda.
“Recién a las 23 llegó un helicóptero acompañado de drones para buscarlo cuando vaya a saber ya dónde estaba”, declaró una vecina.
El enojo de los habitantes del barrio de Las Heras creció aún más por la decisión de poner una custodia policial en la casa del agresor, mientras que en el domicilio de la víctima no había ni un solo oficial.
Mientras tanto, la joven fue internada y quedó en observación, tras haber sufrido un trauma físico y emocional por el secuestro y abuso del que fue víctima.
