Siempre se dijo dentro del peronismo que aquellos que traicionan al movimiento creado por Juan Domingo Perón son traidores y como tal pasan al ostracismo definitivo.
Pareciera que eso cambia según las épocas o las necesidades dictadas por el pragmatismo básico.
No podría haber pasado desapercibido que el gobernador de la provincia Osvaldo Jaldo se haya reunido en Casa de Gobierno, el viernes pasado, con el ex intendente de la Capital Germán Alfaro.
Alfaro fue vencido por el jaldismo-manzurismo en las elecciones de 2023. La campaña fue áspera entre Jaldo y el ex intendente. Se dispararon todo tipo de municiones políticas. El titular del PJS llegó a poner en duda la moral del gobernador cuando afirmó que cuando lo conoció «solo tenía dos vacas en Trancas». Pareciera que todo eso quedó en el olvido y es momento de fingir demencia.
Hay que tener en cuenta que además, Alfaro quedó huérfano. Ninguno de sus colaboradores lo apoya y no cultiva contactos políticos o personales con ellos. Se duda cual será el caudal electoral que puede conservar. Hay quienes recuerdan en caso Alperovich, que cuando se presentó como candidato independiente salió tercero después de haber gobernado 12 años la provincia y de haber obtenido triunfos con porcentajes cercanos al 70% de los votos.
La reunión Jaldo-Alfaro pareciera que solo se explica del temor que genera LLA en esta comarca empobrecida y postergada, que tiene un 65% de trabajo informal y los trabajadores formales están mal pagados en general.
Alfaro salió del agujero negro en el que se había sumido a partir de la denuncia que el municipio capitalino realizó en sede de tribunales por el faltante de registro de $ 500 millones que le habría girado la provincia cuando era gobernada por el «terrible» Juan Manzur. Sin esa denuncia Alfaro seguiría siendo invisible.
Ahora trascendió que se sumaría al frente que intenta construir el gobernador, para enfrentar sin riesgos las elecciones del 26 de octubre. La pregunta clave es si Alfaro suma más de lo que resta. Esto significa que es necesario medir cuanto enojo genera la presencia de Alfaro en el frente luego de haber «traicionado» al peronismo y renegado del partido. Habría que tener certeza si los beneficios políticos que genera son mayores a los problemas internos que causa.
El mensaje a la intendenta de la Capital no es el que Chahla esperaba. Supuestamente la incorporación de Alfaro es para asegurar el triunfo en San Miguel de Tucumán. Hay un fantasma que ronda la cabeza de algunos en Casa de Gobierno y es el triunfo inesperado de LLA en la capital salteña el último domingo. O sea, el mensaje claro es que se desconfía de la fuerza electoral de la intendenta con quien Jaldo mostró profundas diferencias.
Se observa que LLA hizo buenas elecciones en unas provincias y hay otras en las que Milei mide bien, pero cuando le pone nombre a un candidato del presidente y lo suben a una boleta ese apoyo no se transmite automáticamente. Jaldo teme que Tucumán forme parte del primer pelotón y como buen político avezado toma todas las precauciones necesarias sin dejar nada en manos del imprevisible azar.
No se conocen los candidatos oficialistas, solo hay especulaciones interesadas que dejan trascender nombres. Algo pareciera estar claro y es que el gobernador no será candidato, de acuerdo a lo que expresó públicamente en una conferencia de prensa ante la mayoría de los medios de comunicación locales.
Nombres de candidatos no le pueden faltar a un gobierno que ganó con más del 50% de los votos hace menos de dos años, y está llevando a cabo una gestión ordenada, prolija y con buenos resultados. El gobernador de la provincia encabeza el ranking de mandatarios provinciales con mejor imagen.
A esto se le puede agregar que LLA no tiene actividad en Tucumán, que su presidente es un ignoto funcionario nacional que el único antecedente que tiene es haber nacido en las tierras de Alberdi y Lola Mora, pero que dejó la provincia hace décadas. Esto no lo descalifica solo demuestra que es una persona desconocida para sus comprovincianos. Tienen el desafío de encontrar candidatos que representen a distintos sectores y que generen expectativas positivas en la sociedad o por el contrario esperar que Milei les transfiera automáticamente y sin esfuerzo el apoyo que le brinda la opinión pública.
Por el lado de la UCR y ex Juntos por el Cambio todavía hay negociaciones cerradas. Es un sector que tiene a Roberto Sánchez para competir. Obtuvo el 35% de los votos en las elecciones de 2023 y se mantuvo sin estar rodeado de ningún escándalo. Tampoco se destacó por alguna acción o alocución, pero estos políticos algo edulcorados despiertan confianza en un sector de la sociedad que los ve como personas educadas y estables.
