La tarjeta Ciudadana dejó de estar operativa ayer y no hay posibilidades de prórroga. Muchos pasajeros se quejaron y con razón, debido a que la anterior tarjeta quedó con saldo.
Desde ayer solo se puede viajar en el ámbito urbano (líneas 1 a la 19) es la tarjeta del Sistema Único de Boleto Electrónico (SUBE), confirmó la Capital. Además, se puede abonar el boleto a través del celular, gracias a la app SUBE Digital (desarrollada por Nación Servicios). Y se está capacitando a los choferes de las líneas urbanas para que, en el corto plazo, puedan cobrar el pasaje a través de tarjetas de débito o de crédito, tanto en formato físico como en versión digital.
A su vez, el servicio de transporte público del interior también afronta cambios, con la puesta en funcionamiento de la tarjeta Independencia (líneas 100 a la 143), y el anuncio de que también se podrá abonar el boleto con el celular. Además, por un plazo indefinido la tarjeta Metropolitana se mantendrá operativa para estos recorridos, y quienes dispongan de este plástico no deberán conseguir un ejemplar de la Independencia para seguir viajando.
Se realizó un operativo de tres días -lunes, martes y miércoles- organizado por Aetat y Metropolitana SA para canjear tarjetas Ciudadana para ejemplares de la Independencia. Pero hubo muchos usuarios que se quejaron porque no pudieron lograrlo ante la escasez de plásticos para todos los que se llegaron hasta el complejo Belgrano.
La queja se repitió en muchos usuarios que cuestionaron que se los obligue a cambiar la tarjeta Ciudadana por la Independencia. Sienten que es un negocio de empresarios. No creen que este cambio al que están obligados mejore el servicio de colectivos.
En el Complejo había cerca de 300 personas congregadas en la última jornada. Se había definido el martes que, como extra, se otorgarían 3.000 tarjetas más únicamente a quienes hubieran recibido un número de orden. Pero algunos usuarios no estaban enterados, y otros asistieron “por las dudas” se decida otorgar más tarjetas por la alta demanda.
La confusión fue enorme y los empresarios deberían tomar conciencia que los negocios no pueden generar problemas en los usuarios del transporte público de pasajeros. El buen trato es una de las obligaciones que tienen. Es de esperar que este absurdo no se vuelva a repetir.
