De pronto comenzó a pensarse en Casa de Gobierno de Tucumán que las elecciones de octubre en la Capital son cruciales. Hay algún temor por lo que ocurrió en la capital salteña hace dos semanas, cuando LLA se alzó con un insospechado triunfo.
Con este dato se puede entender el acercamiento que propicio el gobernador de la provincia Osvaldo Jaldo hacia Germán Alfaro. No se sabe que poder de convocatoria tiene el ex intendente pero es mejor que este dentro de la estrategia del oficialismo para las elecciones. Hay que convocar a todos los que puedan traccionar votos, esa parecería ser la consigna que potencia este tipo de acciones.
Hay un segundo motivo para que Alfaro haya sido convocado a Casa de Gobierno el viernes. Su esposa Beatriz Ávila es senadora nacional y votó todos los proyectos del gobierno de Milei. En cambio los otros dos senadores de la provincia Juan Manzur y Sandra Mendoza, votan en contra de los proyectos del libertario. O sea, Manzur y Mendoza son funcionales a Germán Alfaro. Lo vuelven apetecible a la hora de cuidar el apoyo a Mieli y mantener las buenas relaciones diplomáticas con la Nación. Sobre todo ahora que pareciera que el poder de LLA se agranda y los éxitos electorales serán una constante.
En cuanto al partido violeta en la provincia todavía no definió los candidatos y hay que ver cuando los ponga sobre la mesa si podrán traccionar votos. Hay quienes creen que no importante tanto quienes son ya que el apoyo es a la marca no a los candidatos. Desconfío.
Jaldo todavía no definió los candidatos oficialistas. Primero tiene que lograr que no haya interna ni tampoco que un grupo de peronistas corra por un carril paralelo con la candidatura de Javier Noguera a la cabeza. Finalizada esa negociación recién se podrán definir los candidatos y ver como se reparten los espacios de poder en la boleta que competirá en octubre.
Se descarta prácticamente que el peronismo tucumano sea intervenido al juzgar por el porrazo que se pegó Cristina Kirchner en Salta y Jujuy. Con el agravante que sobre la intervención del partido en la primera provincia mencionara fue anulada por la jueza María Servini.
La intendenta de la capital Rossana Chahla, conoce muy bien todo lo que está en juego en la próxima elección, por lo tanto independientemente de quienes sean los candidatos del oficialismo se jugará todo para ganar en su bastión electoral. Todos los dirigentes saben que luego de las elecciones hay un examen exhaustivo de los resultados en cada distrito de la provincia y viene el implacable pase de facturas.
Chahla expresó públicamente que ella apoyará la estrategia electoral del gobernador y dejó implícito el mensaje que tiene un compromiso político al que hará honor. Esto significa que pondrá a toda su estructura para trabajar electoralmente.
Los radicales están sumidos en el silencio propio del momento de negociación interna para ver cómo juegan en las próximas elecciones. Varios sectores conviven con la necesidad de obtener buenos resultados. Aspiran a quedarse con una de las cuatro bancas en juego. No se pueden permitir perder el espacio que hoy ocupa Roberto Sánchez.
