En un contexto donde la competencia laboral es cada vez más feroz, tener un currículum bien estructurado y profesional es clave para destacarse. Sin embargo, muchas veces los postulantes cometen errores que los excluyen del proceso antes de llegar a una entrevista.
Según un estudio reciente, los postulantes solo disponen de 7,4 segundos para impresionar con su currículum a los reclutadores. En esos breves instantes, un error podría marcar la diferencia entre una llamada y un montón de rechazos. Conocer cuáles son y cómo evitarlos puede marcar la diferencia entre obtener una oportunidad laboral o seguir esperando.
Los 7 errores que no hay que cometer:
1. Contenido impersonal generado por inteligencia artificial
El uso de herramientas como ChatGPT para redactar CV se popularizó. Pero los responsables de selección detectan fácilmente los textos genéricos, sin matices personales. Un documento frío, sin logros concretos ni estilo propio, puede interpretarse como falta de interés o de autenticidad.
¿Qué hacer? Utilizá la IA como apoyo inicial, pero editá con tus propias palabras. Agregá datos específicos, resultados y experiencias únicas que reflejen tu verdadero valor como profesional.
2. Vacíos laborales sin justificar
Los períodos sin empleo no son en sí un problema, pero cuando no están explicados, generan sospechas. La falta de contexto lleva a suponer que hubo despidos, conflictos o falta de proactividad.
¿Cómo resolverlo? Incluí en tu CV si dedicaste ese tiempo a formación, cuidados familiares o trabajos independientes. Esto demuestra continuidad en el desarrollo profesional.
3. Mal diseño y errores de formato
Un CV desprolijo transmite una imagen negativa: falta de organización y descuido. Inconsistencias tipográficas, márgenes desalineados o estilos recargados dificultan la lectura y dejan una mala impresión.
Probar con elegir plantillas limpias y profesionales. Evitar fuentes rebuscadas y usar un diseño que facilite el escaneo del contenido.
4. Descripción de tareas sin logros
Uno de los errores más comunes en los currículums es mencionar las funciones del puesto en lugar de los logros. Los responsables de contratación ya conocen las responsabilidades básicas asociadas a tu puesto. Lo que realmente quieren ver es tu desempeño. Destacar tus logros demuestra tu verdadero impacto y valor para empleadores anteriores.
Transformar las responsabilidades en resultados medibles es un mejor camino. Por ejemplo: “Incrementé la comunidad en Instagram un 400% en seis meses, logrando un aumento del 40% en las ventas digitales”.
5. Cambios frecuentes sin justificación
Rotar de empleo no es malo si tiene lógica. Pero si un historial muestra puestos breves y dispersos, puede generar dudas sobre la estabilidad o adaptación de la persona.
¿Cómo evitarlo? Agrupando roles similares o explicando los cambios estratégicos. Mostrarlos como decisiones de crecimiento profesional.
6. Errores ortográficos y gramaticales
Una falta de ortografía puede dejarte afuera sin contemplaciones. Los reclutadores asumen que quien no revisa su CV tampoco prestará atención en el trabajo.
Solución: releelo en voz alta, dejá pasar unas horas antes de corregirlo y pedí a alguien de confianza que lo revise. Herramientas como Grammarly también pueden ayudarte a eliminar errores invisibles a simple vista.
7. Información personal irrelevante
Incluir edad, estado civil, creencias o redes sociales personales es innecesario y puede jugar en contra. Lo importante es tu perfil profesional.
Recomendación: limitarse a los datos básicos como nombre completo, contacto profesional, ciudad de residencia y, si suma, un perfil de LinkedIn actualizado.