La comunidad de Comodoro Rivadavia, en Chubut, continúa preocupada y en alerta por las amenazas recibidas en una reconocida escuela de la ciudad. Una serie de amenazas que incluían la promesa de «una bala para cada alumno» llegaron a la Casa Salesiana Deán Funes, un colegio religioso ubicado en la zona norte de la ciudad. Todavía no se pudo dar con el o los autores de estos mensajes, por lo que se siguen tomando varias medidas de precaución.
La directora del colegio, Edith Eva Sauer, relató que los mensajes intimidatorios aparecieron en las cuentas oficiales de Instagram y Facebook de la escuela.
«Nos alertaron que desde las redes del colegio estaban cargando algunas amenazas», comentó a un medio local. Y detalló: «Decían que se iban a acercar al colegio y que iban a matar a los chicos, iba a haber una bala para cada alumno, para cada estudiante, que los iban a hacer sufrir».
La gravedad de las amenazas llevó a las autoridades del establecimiento a activar de inmediato el protocolo de seguridad y a realizar la denuncia formal en la fiscalía. La policía y la Brigada de Investigaciones locales intervinieron rápidamente, pero la identidad del autor de las amenazas sigue siendo un misterio.
«Es un perfil falso, porque inmediatamente cambió el nombre del perfil cuando empezamos a hacer capturas de pantalla. Ya le habían dado de baja», explicó Sauer, evidenciando la dificultad de rastrear al responsable. El miedo se instaló rápidamente entre los alumnos y sus familias.
«Algunos chicos no querían entrar al colegio, venían los papás a avisar», señaló la directora. A pesar de la situación, el colegio decidió mantener las actividades normales, aunque bajo estrictas medidas de seguridad.
Desde la institución, se optó por dialogar con los estudiantes sobre la situación, pidiéndoles que alertaran sobre cualquier amenaza o comportamiento sospechoso.
La funcionaria señaló que la Justicia trabaja en el caso y que desde la institución no tienen «indicio de qué puede ser» lo que haya detrás de las amenazas, en el sentido de que podría haber sido una broma. «Ellos nos irán indicando cómo tenemos que seguir», afirmó Sauer.
Respecto de si creen que se trató de una broma de mal gusto o algo más grave, la directora aseguró que no lo tiene claro. «La verdad es que no tenemos indicio de qué puede ser. Lo dejamos en manos de la Justicia y ellos nos irán indicando cómo tenemos que seguir», dijo.
Finalmente, descartó de plano cualquier medida punitiva apresurada. «Nosotros no hablamos de expulsión. Sino que tratamos siempre de acompañar hasta el final. Cuando ocurren cosas por ahí, en cuanto a la disciplina de los chicos, siempre se escucha y se acompaña», agregó.