Una mujer acusada de facilitar reiterados abusos sexuales contra su sobrina de 17 años, una adolescente con discapacidad que estaba bajo su tutela y vivía con ella, fue condenada a 10 años de prisión efectiva en la provincia de San Juan.
La víctima se encontraba bajo la guarda legal de la imputada y convivía con ella durante los meses en que ocurrieron los hechos, entre abril y agosto de 2024.
La mujer, identificada con las iniciales D.D.P., inducía a la joven a acudir al domicilio de un vecino mayor de edad, con quien debía mantener relaciones sexuales. A cambio de estos encuentros, el hombre le entregaba cerveza a la acusada, que luego ella consumía.
El Ministerio Público Fiscal detalló en su informe oficial que la imputada engañaba a la adolescente diciéndole que iban “a tomar gaseosas”, cuando en realidad existía un acuerdo entre adultos para intercambiar sexo por alcohol.
El jueves se realizó una audiencia de juicio abreviado en la que la acusada reconoció su responsabilidad en los hechos. El juez de Garantías homologó el acuerdo alcanzado entre las partes, declaró la culpabilidad de D.D.P. y dictó la condena por el delito de facilitación a la corrupción de menores agravada, conforme al artículo 125, tercer párrafo, del Código Penal, en calidad de autora según el artículo 45.
Además de la pena de prisión, la condenada recibió la inhabilitación absoluta para ejercer cualquier función durante el tiempo que dure la condena.
El juez dispuso su prisión preventiva en el Servicio Penitenciario Provincial hasta que la sentencia adquiera firmeza. No obstante, el caso no se encuentra cerrado, ya que la Justicia continuaría investigando la situación del vecino implicado, cuya identidad permanece sin ser revelada.
Por disposición judicial, la identidad de la víctima se mantiene bajo estricta reserva, en resguardo de su integridad y privacidad.
Fueron muchos años de un padecimiento que no tiene límites para imaginarlo. No solo para la víctima de los abusos, que sufrió una década de ataques repetidos, sino para sus seres queridos también. Este se extendió durante los últimos tres años, luego de que el violador se escapara de la Justicia se mantuviera en la clandestinidad. La noticia de su captura en las últimas horas no mitiga el pasado, pero alivia.