Julio Bárbaro aseguró que el peronismo en la actualidad es “un sello en manos de Cristina (Fernández de Kirchner) que fue reducido a su mínima expresión”.
“El kirchnerismo en Córdoba no existe, en Santa Fe va atrás, y del norte desapareció. Si uno toma las provincias que tenía Cristina cuando largó y las que quedaron ahora, se da cuenta que el movimiento terminó siendo un partidito de izquierda”, analizó el histórico dirigente peronista.
“Yo no voy a tocar el tema de la Justicia y de cómo termina. Básicamente el movimiento nacional que es el patriotismo tiene que reestructurarse, rearmarse, y hay gobernadores, intendentes, militantes, hay mucha gente que está buscando volver a un diálogo con las fuerzas políticas afines para hacer un frente amplio como tienen todos los países vecinos”, agregó.
Al ser consultado sobre si lo veía al gobernador bonaerense, Axel Kicillof, como el nuevo armador, Bárbaro respondió: “Pareciera, pero sigue vigente Llaryora, sigue vigente Pullaro. Los gobernadores son hoy el espacio de largada de quienes pueden ser los jefes del futuro movimiento nacional”.
“Yo no me refiero al peronismo, digo movimiento nacional. Después de Menem el peronismo quedó hecho trapo y después de Kirchner su identidad se disolvió. El término no dice nada, está vacío. Y si el peronismo es ese partidito de la provincia de Buenos Aires es casi un partido barrial. Entonces no es importante”, aclaró.
Además señaló que no ve “al gobierno tan eufórico y ganando”. “Yo lo veo al gobierno muy debilitado y una situación del país en la cual el miedo a la salida no es solo por Cristina, sino también por Milei”.
“La Argentina está entre los dos extremos y no sabe con cuál quedarse porque los extremos nunca le dieron solución, nunca le dieron futuro”, interpretó el analista político.
Para el exinterventor del Comfer durante la gestión de Néstor Kirchner, “Argentina necesita un encuentro”. “No hay democracia entre enemigos, la democracia es entre adversarios”, enfatizó.
Sobre esta cuestión criticó al presidente Javier Milei y dijo que “se quiere deglutir” al PRO y “es un Maduro de derecha”.
“Tengamos claro lo que es el autoritarismo y lo que es la democracia. Yo me fui de Cristina por el autoritarismo y Milei expresa el mismo o parecido. Acusar a los periodistas, acusar a (Carlos) Pagni, acusar a Joaquín Morales es tan parecido a 6,7,8, que me trae remembranzas”, afirmó Bárbaro.
“No hay política entre obedientes. Y Cristina quería obedientes y así terminó, y Milei tiene obedientes y así va a terminar. La política es aceptar las divergencias y enriquecerse con ella”, concluyó el dirigente peronista.