Antoni Gutiérrez-Rubí es un activo escritor. Entre ensayos, obras breves y libros publicó 20 desde 2008, un promedio de 1,17 por año, récord envidiable de productividad, si lo medimos en términos futboleros, hasta para Cristiano Ronaldo, el máximo goleador de las últimas décadas.
El consultor político catalán no para. Y desde hace más de un mes, dicen quienes lo conocen, está trabajando en su última pieza: una crítica contundente al PRO, el partido con el que él mismo trabajó hasta mediados de mayo como armador central de la campaña para las legislativas porteñas del 18 de mayo pasado.
Él, cuando se lo consulta en privado, desmiente que vaya a hacerlo en el corto plazo, aunque la expectativa está y es seguida de cerca por quienes trabajan a diario en las oficinas de Uspallata, en el Gobierno porteño, en Parque Patricios.
Gutiérrez-Rubí fue quién diseñó cada paso de una estrategia que sufrió un fracaso absoluto en el comicio más importante desde que comenzó el año electoral en Argentina.
Silvia Lospennato, la candidata del oficialismo porteño, fue tercera con el 17% de los votos, muy lejos de los 30% que sacó Manuel Adorni, que se llevó la elección con La Libertad Avanza. El macrismo venía de ganar nueve elecciones consecutivas en la Ciudad: Gutiérrez-Rubí quedó marcado como el padre de esa derrota, junto a Jorge y Mauricio Macri.
En los últimos días, desde el entorno más cercano al catalán dejaron trascender que empezará a escribir acerca de su experiencia reciente en la política local, la tercera, tras dos incursiones también con derrotas en campañas con Cristina Kirchner y Sergio Massa, en 2017 y 2023, respectivamente.
El politólogo catalán está enojado, cuentan, porque desde el macrismo empezaron una caza de brujas por quien había sido el responsable de su contratación apenas terminó el comicio y luego los Macri lo desvincularon sin darle demasiadas explicaciones.
Pero con un agregado: Gutiérrez-Rubí analiza reclamar una deuda sobre el monto del contrato pactado entre las partes. Si bien los números del acuerdo no trascendieron, está firmado en dólares y sería una cifra onerosa la que pide el catalán que se le pague.
Ese sería uno de los temas que el catalán abordaría en su próxima publicación, en la que no se espera que haga autocrítica sino que apunte los cañones directo contra los Macri y también contra Javier Milei, que lo atacó duramente en toda la campaña. No está definido que sea un libro: podría ser un ensayo o algún tipo de texto breve.
Desde la derrota en mayo, en el PRO se inició una especie de caza de brujas sobre quién recomendó a Gutiérrez-Rubí, que venía de experiencias fallidas trabajando cerca del kirchnerismo.
«Quien fue a buscar y acercó a Rubí al PRO con el visto bueno de Mauricio fue Fernando De Andreis, no Jorge», le apuntaron desde el gobierno porteño al ex secretario de la Presidencia.
De Andreis, de perfil bajo, asegura internamente que fueron varios los que recomendaron al catalán, pero que Mauricio Macri no estuvo involucrado en la decisión.
También suele decir que Rubí no fue la primera opción, pero que hubo consenso entre todos los involucrados para contratarlo. Pero que en ninguna de esas instancias fue Mauricio Macri el que aprobó al catalán, sino que fue Jorge
El asesor que más convencía a Macri y De Andreis era Guillermo Raffo, el mismo que había llegado en la previa a la campaña presidencial de 2023, pero que no pudo aceptar este trabajo porque tenía compromisos cerrados previamente fuera del país.