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El argentino jefe de la Agencia Internacional de Energía Atómica fue amenazado por Irán

En medio del aumento de la tensión con Israel, un conocido asesor del líder supremo de Irán, emitió una fuerte amenaza contra el jefe de la Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), el argentino Rafael Grossi. Se trata de Ali Larijani, quien apuntó: “Una vez que termine la guerra, nos ocuparemos de Grossi. Pagará”.

Las declaraciones de Larijani se enmarca en los cuestionamientos del régimen sobre las críticas de Grossi al programa nuclear de Irán.

Rafael Grossi, jefe de la agencia de control nuclear de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), advirtió en una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad acerca los riesgos de atacar los reactores nucleares de Irán, en especial en su única central nuclear comercial en Bushehr, una ciudad del sur del país.

“Quiero dejarlo absolutamente claro: en caso de un ataque a la central de energía nuclear de Bushehr, un impacto directo provocaría una liberación muy alta de radiactividad al medio ambiente. Esta es la instalación nuclear de Irán donde las consecuencias podrían ser más graves”, señaló.

Días antes, Grossi había afirmado que Irán se había enriquecido a niveles muy elevados de uranio capaz de crear entre seis y ocho bombas atómicas, aunque aún sin terminar.

En una carta al Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, y al Consejo de Seguridad de la ONU, el representante de Irán ante la ONU, Saeed Iravani, dijo que “las declaraciones del jefe del OIEA contra el programa nuclear de Irán, hechas en vísperas de los ataques israelíes contra Irán, violaron clara y gravemente el principio de imparcialidad”.

“Ustedes han traicionado el régimen de no proliferación, ustedes han hecho del OIEA un socio de esta injusta guerra de agresión”, escribió por su parte en redes sociales el portavoz de la cancillería iraní, Esmaeil Baqaei.

Hasta el momento, Israel solo se dedicó a atacar la instalación de enriquecimiento de uranio en Natanz, en talleres de centrifugación cerca de Teherán, en laboratorios en Isfahan y en el reactor de agua pesada de Arak, en el suroeste de la capital. Sin embargo, optó por no hacerlo en los reactores nucleares iraníes.

Según los informes de la ONU, el enriquecimiento de uranio está cerca de los niveles de grado armamentístico del 90%. Para evitar que escale el conflicto, el presidente francés Emmanuel Macrón mantuvo una conversación telefónica con su par iraní Masud Pezeshkian, quien aseguró que su país no renunciará a su programa nuclear, aunque abrió una vía de diálogo con Europa.