El robo del celular del gobernador tiene gravedad institucional. Se trata del primer mandatario de una provincia que tiene custodia permanentemente y aún así ocurrió algo que no estaba en los planes de nadie.
Hay más dudas que certezas. Cuesta creer que una mujer teniendo tantas «víctimas» en un acto político decida robarle el celular al más poderoso. Qué puede haber buscado con ese hecho. Quién está detrás. Cuál es el daño que pretendían. Muchas más preguntas se hacen en Casa de Gobierno.
La ironía es que el gobernador fue a inaugurara a La Cocha una oficina del Ministerio Pupilar de la Defensa que tiene por objetivo asistir legalmente a las personas. Al primero que debió asistir fue a Jaldo, irónicamente.
Al momento de las fotos cinco hombres y dos mujeres le pidieron retratarse con el gobernador. Una de ellas identificada como Liliana «Pampita» Carrizo distrajo la atención con una chalina y aprovechó -pareciera- para extraerle el celular que tenía en el bolsillo interno del saco. Muy osada la maniobra y muy distraído el primer mandatario. La custodia ni hablemos. Cometieron el error imperdonable, ser confiados. Tal vez, tiene la imagen que en los pueblos la gente es cándida y que la maldad solo existe en los centro urbanos donde hay asfalto. Recalculando.
Mientras Jaldo se daba cuenta que le faltaba el celular y gestionaba la baja a la línea la que le había hurtado en aparato regresaba en moto con su vecina a su hogar ubicado en Los Pizarro, distante a siete kilómetros del escenario del hecho.
Cuando la policía llegó hasta la casa de «Pampita» lo primero que dijo es que a ella se lo había dado al celular. Al parecer en principio no se extrajo información del aparato oficial.
El único antecedente negativo es que trabajó para el mazurismo. Pero no tiene antecedentes penales, está limpio su prontuario. Es madre de tres hijos y vive en pareja.
Hay un dato clave. El celular de Jaldo habría sido utilizado para sacar fotos y aparece «Pampita». O sea, estuvo en manos de otra persona. Desconcertante. Se espera que la imputada hable y ayude a descifrar este acontecimiento tan apasionante como los de las novelas.
Se le fueron tomando declaración a la mayoría de las personas que concurrieron al acto en cuestión. Incluso, como era de esperar, a la vecina que llevó en moto a «Pampita», pero no aportó ningún dato que ayude a a esclarecer el hecho.
Hay un hombre que estuvo en el acto y que es el hermano de José Roldán, el ex secretario de Hacienda del municipio de Alberdi que está siendo investigado por la Justicia Federal, que presta servicios en la comuna de Los Pizarro y que negó cualquier participación en el hecho.
Hay una verdad que no está siendo debelada. Es necesario esclarecer el hecho para confirmar o descartar que hay una advertencia mafiosa al primer mandatario que ha decidido, a diferencia de sus antecesores en el cargo, dar una batalla frontal a las drogas en Tucumán.