La boda del fundador de Amazon, Jeff Bezos, y la periodista Lauren Sánchez fue trasladada a una zona más aislada de la ciudad de Venecia por motivos de seguridad y para reducir el riesgo de protestas, según fuentes cercanas a la organización del evento. La pareja llegó este martes a la ciudad.
Bezos y Sánchez fueron vistos llegar en un taxi acuático al muelle del hotel Aman, ubicado sobre el Gran Canal, donde las habitaciones superan los 10.000 euros por noche.
Inicialmente, la pareja había reservado un lugar en el barrio de Cannaregio para la celebración, pero ante posibles manifestaciones, se optó por modificar la locación.
Según medios italianos, los organizadores de la boda reservaron los hoteles más lujosos de Venecia para alojar a los invitados, entre los que se encuentran Leonardo DiCaprio, Ivanka Trump, Mick Jagger, Oprah Winfrey, Orlando Bloom y Kim Kardashian.
Ivanka Trump llegó a Venecia el martes por la tarde, acompañada por su esposo Jared Kushner y sus hijos, según constató un fotógrafo de AFP.
Durante las semanas previas al evento, residentes y organizaciones manifestaron su preocupación por el impacto de la boda en la ciudad, y advirtieron sobre la posibilidad de realizar bloqueos pacíficos.
La ceremonia aún no tiene confirmación oficial sobre su fecha y lugar exactos, aunque se espera que tenga lugar entre el jueves y el sábado. Luego del casamiento, unos 200 a 250 invitados se trasladarán al Arsenale, un complejo del siglo XIV ubicado en el barrio de Castello.
El espacio del Arsenale, rodeado de agua y de difícil acceso terrestre cuando se levantan los puentes, fue elegido por considerarse más seguro que la Scuola Grande della Misericordia en Cannaregio.
El Arsenale fue originalmente un gran astillero de la República de Venecia y actualmente funciona como sede de exposiciones durante la Bienal de Arte.
El yate de Bezos, el Koru, se ubicará frente a la isla San Giorgio Maggiore, situada frente a la Plaza San Marco. Se informó que la isla fue alquilada para la celebración.
Jeff Bezos, de 61 años, ocupa el cuarto lugar en la lista de multimillonarios de Forbes y es presidente ejecutivo de Amazon. Se comprometió con Lauren Sánchez, de 55 años, en 2023, cuatro años después de su divorcio de Mackenzie Scott.
La elección de Venecia como lugar para la boda se suma a otros casamientos de figuras públicas en la ciudad, como el del actor George Clooney y la abogada Amal Alamuddin en 2014.
Tommaso Cacciari, referente de la campaña “No hay espacio para Bezos”, celebró el cambio de locación de la boda, y señaló que la decisión de no usar la Scuola Grande della Misericordia representaba un logro para su grupo.
Cacciari mencionó que el perfil de Jeff Bezos difiere del de otras celebridades que eligieron casarse en Venecia. Señaló vínculos del empresario con el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Además, los críticos del evento mencionaron como motivos de preocupación las condiciones laborales en Amazon, disputas fiscales con gobiernos europeos y vínculos políticos de Bezos.
El grupo convocó a nuevas manifestaciones para el sábado en distintos puntos de la ciudad, que incluirán canales, puentes y calles. También se sumó la organización Greenpeace, que expresó preocupación por la huella de carbono del evento.
Distintas agrupaciones afirmaron que la boda de Bezos refleja problemáticas más amplias de gestión local, especialmente en lo relacionado con el turismo y la vivienda. Cuestionaron políticas como el impuesto a los visitantes, y señalaron la falta de inversión en servicios esenciales y viviendas accesibles.
Este miércoles, activistas realizaron una acción simbólica en el Gran Canal, lanzando un maniquí con la imagen de Bezos sostenido sobre una caja de Amazon y con billetes de dólares falsos en las manos. Una agencia publicitaria británica que participó en la acción explicó que la intervención buscó denunciar el avance de la riqueza concentrada, el control sobre los medios de comunicación y la privatización de espacios públicos.
Las autoridades de Venecia respaldaron el evento. El alcalde Luigi Brugnaro declaró que era “un honor” para la ciudad y afirmó que no causaría problemas logísticos. También señaló que esperaba conocer a Bezos durante su visita.
Por su parte, Luca Zaia, presidente de la región del Véneto, criticó las protestas. Estimó que los 90 vuelos privados previstos para transportar a los invitados generarían ingresos de hasta 48 millones de euros para empresas locales.
