Es un episodio que se repite con cierta frecuencia. Los transeúntes que circulan por 25 de Mayo al 200 de San Miguel de Tucumán se encuentran con un aspecto desagradable, líquidos cloacales esparcidos a lo largo de unos metros sobre la calzada.
Al circular los autos levantan el líquido con sus ruedas y en forma de spray lo diseminan por los alrededores. Espantoso.
Esto demuestra que la SAT está ausente o es invisible. La gestión de Marcelo Caponio es la peor en varias décadas. Un abogado en un lugar como ese es un contrasentido. Un chiste político. Ignora las cuestiones técnicas como para llevar adelante una gestión eficiente. No tiene nada que aportar. Caponio es sinónimo de cloaca.
Este episodio desagradable ocurre con cierta frecuencia. Los líquidos cloacales tienen su origen en la descarga que hace uno de los inmuebles de la zonas. La salida de los mismos se observa al frente del Centro Cultural Flavio Virla, y no es un acto cultural casualmente.

Al ser reiterativo este problema significa que la SAT no está conociendo sobre la existencia de este problema o no lo puede solucionar, para el caso el resultado es el mismo.
Los derrames cloacales en la vía pública representan un grave problema para la salud pública y ambiental. El olor que generan es desagradable y lo que es más grave pueden propagar enfermedades infecciosas.
Entre los problemas que pueden causar los derrames de líquidos cloacales en las ciudades están las infecciones cutáneas, gastrointestinales, respiratoria y oculares, como conjuntivitis.
Caponio pareciera que no le importa todo esto. Está para otra cosa, no para mejorar la calidad de vida de las personas. Es el responsable del organismo que debe velar por la salud de las personas entregando agua de calidad y mejorando y ampliando las redes cloacales. Pero no lo está logrando.
Este político, que estuvo siempre cerca de alguna caja que contiene dineros públicos, es un fiel representante de la anomia. Esto existe cuando el Estado es incapaz de cumplir y hacer cumplir las normas.
Un incapaz consumado no puede generar nada bueno en su gestión. Por eso las pérdidas de líquidos cloacales son un espectáculo común en la capital. No está tomando las medidas integrales que se necesitan, solo parches y utilización de las redes sociales para intentar hacer creer que está solucionando los graves problemas que se arrastran desde hace años. Caponio es un eslabón más de esta desgracia que viven los vecinos.