Fondos de inversión y bancos internacionales visitaron la Argentina hace dos semanas para analizar las medidas del Gobierno de Javier Milei y las perspectivas de la economía. La comitiva del Institute of International Finance (IIF) se reunió con funcionarios y representantes del sector privado y analizó el «programa de estabilización» actual.
Tras esa evaluación del que definieron como «uno de los programas de estabilización más ambiciosos en la historia reciente de los mercados emergentes», marcaron puntos a favor pero también riesgos y dudas sobre el devenir de la economía local.
El IIF organizó un seminario en conjunto con el Banco Galicia en la casa central de la entidad local del que participaron, entre otros el viceministro de Economía José Luis Daza y el vice del BCRA, Vladimir Werning.
«Interactuamos con altos responsables políticos, inversores globales y líderes empresariales nacionales en un momento crucial. Las reuniones permitieron analizar en detalle la estrategia de estabilización del gobierno, sus logros iniciales y los riesgos pendientes», recapituló el informe posterior que estuvo a cargo del director ejecutivo y economista jefe Marcello Estevão y el titular de Research para América latina Martín Castellano.
«El rápido retorno a la disciplina fiscal es el eje central del programa», marca el informe que cita como consecuencia que se logró un superávit primario desde el inicio, con una reducción del gasto público real de casi el 30%. También destaca que la inflación en doce meses se redujo a alrededor del 40% desde más del 270% hace un año, con meses que llegaron al 2%, «impulsada por una política monetaria más restrictiva dentro de un régimen cambiario de banda móvil y una intervención limitada».
Los economistas marcan que todavía operan restricciones cambiarias sobre las empresas, pero «los particulares ahora disfrutan de pleno acceso al mercado, lo que permite la unificación del tipo de cambio, un hito importante hacia la normalización».
En base a sus conversaciones con el sector privado, los economistas admiten que «revelaron un optimismo cauteloso«.
En las reuniones con otros bancos locales se destacó que los créditos al sector privado pasaron de ser solo el 4% del PBI a acercarse al 10%. «Los bancos están comenzando a abandonar los títulos públicos y a centrarse en los préstamos privados, impulsados en parte por la renovada demanda de hipotecas», remarcaron.
Desde el IIF enfatizaron que «si bien la penetración de las hipotecas se mantiene muy por debajo de la de sus pares regionales, el mercado de crédito a largo plazo está comenzando a reactivarse».
En ese sentido, varios banqueros enfatizaron la «necesidad de desarrollar un mercado de titulización para expandir la financiación de la vivienda y ayudar a cerrar la brecha habitacional de Argentina».
La radiografía tras la visita a la Argentina marca que la economía real «muestra signos de recuperación, especialmente en los sectores transables».
En encuentros con representantes de los sectores agrícola, minero y energético señalaron «la mejora de las condiciones de inversión impulsada por la estabilización macroeconómica, la desregulación y un entorno político más predecible».
Los privados señalaron que la eliminación de impuestos y trabas burocráticas, combinada con un tipo de cambio flotante, permite a las empresas planificar una expansión a largo plazo.
Los puntos pendientes
Sin embargo, los participantes enfatizaron que para liberar todo el potencial de Argentina se requerirán nuevas inversiones en infraestructura, especialmente en oleoductos, puertos y transporte.
También advirtieron que «la agenda de reformas sigue siendo vulnerable a la incertidumbre política, incluyendo las próximas elecciones intermedias en octubre, aunque se espera un buen desempeño del gobierno».
Con un consenso legislativo limitado y la proximidad de las elecciones, «es posible que se retrasen los cambios estructurales», remarcan los analistas del IIF.
En línea con lo que remarcó la OCDE para el ingreso de la Argentina al club de países desarrollados, desde el sector financiero indicaron que «las reformas laborales y tributarias se consideraron esenciales para mejorar la productividad y atraer inversión».
Sobre este punto, consideraron que la «institucionalización de la disciplina fiscal mediante mecanismos legales o constitucionales fue una sugerencia recurrente para garantizar la sostenibilidad a largo plazo».
Según el IIF, la confianza de los inversores ha cambiado hacia una dirección positiva. «Muchos participantes reconocieron haber subestimado la velocidad y la magnitud del ajuste. Los funcionarios del gobierno transmitieron una sensación de competencia técnica y un fuerte compromiso con las reformas», agregaron Estevão y Castellano.
Los economistas advierten que «los inversores globales se mantienen cautelosos» porque los colchones externos son limitados, el sistema financiero aún es pequeño y el historial de inestabilidad de Argentina lastra las expectativas.
En ese marco, el acceso a los mercados de capitales para la deuda soberana sigue siendo limitado, «pero se observan indicios de normalización».
El organismo indica que varias empresas han emitido con éxito en el extranjero y los diferenciales de deuda soberana se han reducido. Y enfatizan que «el apoyo multilateral desempeña un papel fundamental, pero una mayor acumulación de reservas y la credibilidad de las políticas son clave para mitigar la volatilidad», como el financiamiento del Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la CAF.
El IFF evaluó que «la Argentina ha superado las expectativas en la fase inicial de su recuperación económica». Y volvió a destacar la consolidación fiscal anticipada, el control de la inflación y la simplificación del régimen cambiario como «un logro notable».
Pero advierten que «mantener este progreso requerirá profundizar las reformas, obtener respaldo institucional y movilizar la inversión privada. Hoy, Argentina ofrece a los inversores una inusual combinación de promesa e incertidumbre».
De cara a las elecciones de octubre, los representantes de banqueros e inversores admiten que «los próximos meses serán decisivos para mostrar si esta estabilización marca una ruptura duradera con el pasado o un nuevo capítulo en su historia cíclica».
Las 9 definiciones del IIF sobre Argentina
Entre sus conclusiones, los analistas del Instituto de Finanzas Internacionales dejaron un punteo que resume en 9 ejes la evaluación sobre el país y la gestión Milei:
• Uno de los esfuerzos de estabilización más audaces en los mercados emergentes, basado en la disciplina fiscal y el Estado de derecho.
• La inflación cayó al 40% desde más del 270% hace un año tras fuertes recortes del gasto real (~30%) y una política monetaria más restrictiva.
• Los controles cambiarios se están flexibilizando, mientras que el tipo de cambio unificado indica una normalización.
• Los diferenciales de la deuda soberana se han reducido ante la recuperación de la confianza de los inversores, pero persisten los riesgos.
• El crédito al sector privado está aumentando y los bancos están abandonando la participación en títulos públicos.
• Los bienes transables (agricultura, energía, minería) están cobrando impulso gracias a la desregulación y la estabilidad macroeconómica.
• Las reformas estructurales, especialmente las fiscales, laborales y de infraestructura, siguen siendo urgentes.
• Institucionalizar las ganancias fiscales es esencial para consolidar el progreso.
• Los márgenes externos siguen siendo escasos; el apoyo multilateral y la credibilidad de las reformas son clave para gestionar el riesgo.