El Concejo Deliberante de Yerba Buena avanza con el análisis del ambicioso proyecto de ordenanza enviado por el Departamento Ejecutivo Municipal (DEM) para establecer un nuevo Código de Planeamiento Urbano.
La nueva normativa que reemplazaría al ya vetusto Código vigente desde 1994. Desde el oficialismo municipal estiman que el debate en sesión especial podría concretarse dentro de 30 días.
La iniciativa en debate pretende ordenar y guiar el crecimiento de la “Ciudad Jardín” hasta el año 2050, surgió de un proceso de casi dos años de trabajo técnico, consultas ciudadanas y aportes institucionales. Hay mucho trabajo detrás y las consultas fueron de las más diversas para que sea un proyecto participativo e inclusivo.
Al referirse al tema el titular de la comisión de Obras Públicas de Concejo Deliberante Franco Marigliano expresó “la ciudad cambió radicalmente en estos 30 años. Ya no es una ciudad dormitorio. Hoy necesita reglas claras, modernas y adaptadas a su nueva fisonomía”.
Para el Secretario de Planificación y Obras Públicas del municipio Esteban Auad, el actual código desincentiva la construcción de viviendas en beneficio del uso comercial del suelo, generando un desequilibrio que pone en crisis el crecimiento de la ciudad.
Además, el nuevo Código propone orientar el crecimiento urbano hacia el norte, en la zona de avenida Perón, donde aún persisten grandes extensiones agrícolas. La intención es evitar que la expansión privada reproduzca el esquema de barrios cerrados que, según los funcionarios, “fragmentaron la ciudad y bloquearon la apertura de calles”. De hecho, en 1994 había solo un country; hoy, la ciudad está “minada” de este tipo de urbanizaciones.
Entre los aspectos más destacados, se encuentra la creación de dos Áreas de Protección Patrimonial (APP). La APP1 abarcará la Villa Marcos Paz, el casco fundacional de Yerba Buena originado en 1906, que será resguardado por su valor histórico, ambiental y paisajístico. También se establece una ampliación de esa zona para preservar otras manzanas de similares características.
El proyecto no promete resolver todos los desafíos urbanísticos, pero sí crear una base legal moderna y flexible, con revisiones cada cinco años, para acompañar el dinamismo de una ciudad que no deja de crecer. “No podemos seguir estancados en una norma pensada para otra realidad. Las ciudades evolucionan, y nosotros tenemos que planificar esa evolución”, concluyó Auad.
Yerba Buena camina hacia un nuevo ordenamiento del suelo para lograr transformarse en una ciudad del futuro y acompañe el crecimiento poniendo orden y proyección.