El Gobierno cree que “fracasará” el frente electoral que impulsaron cinco gobernadores, en una clara señal de querer confrontar con el modelo libertario, aunque desmarcándose del kirchnerismo.
Se trata del espacio político que terminaron de confeccionar los mandatarios de Córdoba, Martín Llaryora, de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, de Santa Cruz, Claudio Vidal, de Chubut, Ignacio Torres y de Jujuy, Carlos Sadir. A esa cumbre, realizada este miércoles en Buenos Aires, se sumó el exgobernador cordobés, Juan Schiaretti, quien viene trabajando en un partido de centro.
Tres fuentes oficiales señalaron que “el plan de los gobernadores terminará atrapado en la grieta”, por lo que no lo ven “una amenaza”. “La elección se va a polarizar, venden una tercera vía, pero claramente no hay espacio para eso. Van a quedar enfrascados en su propio plan”, sentenció un funcionario de alto rango.
“Ellos están mirando su futuro político, y está perfecto, pero no entienden que no hay lugar para tibiezas en este momento de la Argentina”, agregó otro miembro del Gabinete y de la mesa política de Javier Milei.
Todas las fuentes consultadas concluyen en que “la opción del centro” no gravitará, aunque evitaron referirse con términos hostiles a los gobernadores. La Casa Rosada necesitan de los sectores dialoguistas para blindar el inminente veto presidencial a las leyes de discapacidad y jubilaciones. Pese a su enfrentamiento con el Gobierno, muchos de estos mandatarios provinciales acompañarán al Ejecutivo respaldando el decreto y se concentrarán únicamente en su proyecto que restituye por ley fondos nacionales, mediante los ATN y la coparticipación del impuesto a los combustibles líquidos.
Incluso los sectores más combativos del Gobierno niegan que “se abra un nuevo conflicto”. “Son gente racional con la que se puede charlar, no lo vemos como una advertencia. Tienen derecho a presentarse”, sintetizó un alfil libertario, de contacto diario con el Triángulo de Hierro. “Igual que nos digan que ellos tienen una agenda federal es gracioso. No hay un gobierno más federal que el nuestro. Ya no hay más látigo y chequera como antes, ahora son libres de hacer lo que quieren”, arremetió uno de los funcionarios más radicalizados.
A su vez, en los pasillos de Balcarce 50 relativizan que la conformación de un “interbloque federal”, representado por al menos 5 o 6 provincias, complejice aún más las serias dificultades del oficialismo para reunir consenso en ambas cámaras.
“No cambia mucho. Ellos pueden mostrarse unidos, pero la realidad es que todos los bloques están fragmentados por dentro”, aseguró una fuente oficial, de cercanía directa con las autoridades parlamentarias de La Libertad Avanza. “Con suerte quedan dos sesiones en lo que resta del año, es un año electoral y no van a tener mucho poder de fuego. Nosotros vamos a seguir conversando como siempre hicimos con los dialoguistas”, sostuvieron.
Los negociadores del Ejecutivo, a cargo del jefe de Gabinete, Guillermo Francos, deberán continuar con las conversaciones con las provincias, en medio de los duros cuestionamientos del presidente, que llegó a decir que los gobernadores «buscan destruir al Gobierno», entre otras declaraciones que afectaron los pocos canales de diálogo que sobrevivieron a tantos cruces entre la Casa Rosada y los gobernadores, muchos de los cuales están ofuscados con los violetas por las arremetidas de La Libertad Avanza en sus distritos, pese a haber sido claros aliados en el Congreso.
Al término del cónclave en el centro porteño, el gobernador de Chubut, Ignacio Torres, ofició de vocero y dio los motivos políticos del surgimiento de este frente electoral.
“La realidad es que hoy en la Argentina hay un grito federal que exige que haya vocerías que defiendan a esa Argentina del trabajo, a esa Argentina que genera, y hoy acá estamos reunidos gobernadores que, en una elección muy polarizada, decidimos no tomar atajos, no hacerla simple, no hacerla cómoda, y dar una pelea en representación de esa Argentina federal que necesita vocería en el congreso. Por eso tomamos la decisión de competir, tomamos la decisión de conformar un frente que represente a esa Argentina, a esos 40 millones de argentinos que hoy ven que en esta Argentina pendular, donde muchas veces se discuten vanidades y nombres propios, no hay una discusión seria de un modelo de país, de una agenda de desarrollo seria”, comunicó el mandatario.
“Nos hermana entre otras cosas la necesidad de tener una agenda parlamentaria que le quite el pie de encima a la producción y al trabajo y tener vocerías en lo que va a ser una reforma fiscal donde las provincias somos vinculantes. Esta es la primer reunión, insisto, pero van a haber muchas más”, aseguró Torres.