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Qué pasó con el velero en el que viajaba Mila Yankelevich en Miami: qué dicen los vecinos 

 El chat de vecinos de las islas Hibiscus, Star y Palm, un exclusivo reducto de Miami Beach, explotó pasado el mediodía del lunes, apenas minutos después de que una barcaza embistiera a un velero en Biscayne Bay, el trágico accidente en el que murió la argentina Mila Yankelevich, de 7 años y nieta de Cris Morena y Gustavo Yankelevich.

“Fue un hecho absolutamente extraordinario, nunca vimos algo así. Esta es una zona de navegación recreativa. Es una tragedia que conmocionó a todo el barrio”, cuenta el colombiano Gustavo González, uno de los vecinos de la isla artificial Hibiscus, frente al lugar exacto en el que la barcaza de cargamento, propulsada por un remolcador, impactó contra el velero en el que Yankelevich iba junto a otras cuatro niñas y una instructora del Miami Yacht Club. “Es increíble que haya pasado algo así”, agregó.

Allí nadie se explica qué pudo haber fallado para que se desencadenara la tragedia, en la que también murió una niña chilena de 13 años. Otras dos niñas, de 8 y 11 años, siguen internadas en estado grave. Los vecinos, que elogiaron la reputación del club de yacht de la isla Watson, señalan que esperan expectantes los avances de la investigación de la Guardia Costera para determinar qué embarcación tenía prioridad de paso, eje central de las pesquisas.

La operación para remover los restos del velero, que quedó sumergido debajo de la barcaza, concluyó, confirmó este miércoles un vocero de la base de la Guardia Costera en Miami Beach, muy cerca del lugar del accidente.

La barcaza, que estaba apoyando operaciones de construcción, sigue bajo investigación, la están examinando. No podemos adelantarnos a los resultados de la investigación y estamos dando tiempo para que se desarrolle”, añadió el vocero, que dio precisiones sobre cuándo podría ser la próxima conferencia de prensa.

La velocidad a la que iba la barcaza será “motivo de pericia”, explicó el capitán Frank Florio, comandante de la Guardia Costera en la zona, que precisó que, según las investigaciones preliminares, las cinco niñas y la instructora -de 19 años- que estaban a bordo del velero tenían puestos los chalecos salvavidas.

La Guardia Costera tiene responsabilidad en el control de esa zona de acceso restringido, que no está en mar abierto, entre las ciudades de Miami y Miami Beach.

Florio había confirmado el martes que el capitán del remolcador fue entrevistado como parte de la investigación, y que le realizaron el test de alcohol y de tóxicos. Las reglas de navegación de la Guardia Costera guiarán el proceso penal, mientras que expertos en navegación locales apuntaron que la falta de experiencia de los capitanes y errores en los protocolos podrían haber sido posibles causas de la tragedia.

“Las normas de navegación dictan qué embarcación debe ceder el paso y cuál no, y cuál tiene prioridad en determinadas circunstancias. Los veleros suelen ser embarcaciones que tienen prioridad con mayor frecuencia, ya que suelen navegar a vela y tienen una maniobrabilidad limitada”, dijo el abogado Keith Brais, experto en derecho marítimo y naval y fundador de Brais Law Firm, con sede en Florida. “En cuanto a los remolcadores y las barcazas, también se podría argumentar que tienen un grado limitado de maniobrabilidad”, agregó.

“Luego hay otra regla sobre qué embarcación ha sido la última o la primera en realizar una maniobra evasiva que podría haber evitado que sucediera el accidente. Vi el video y es bastante impactante que la barcaza, impulsada por un remolcador, simplemente parece atropellar al velero. No sé si estaban en rumbo de colisión, es decir, si el velero venía de una dirección y era previsible que se interpusiera en el camino del remolcador y la barcaza”, indicó Brais, que también ha tenido licencias de la Guardia Costera. “Así que todo se reducirá a las normas de navegación, si estaban en rumbo de colisión y cuál de los dos barcos considera la Guardia Costera que debía ceder el paso”, añadió.

Por lo general, resaltó Brais, la embarcación que tiene motor es la que suele tener la responsabilidad de evitar la colisión, porque puede frenar en seco. A la vez se podría argumentar que el velero podría haber virado en otra dirección, dijo. “Pero lo que se ve en el video fue al velero cruzando de izquierda a derecha por delante de la proa de la barcaza. Eso podría significar que el remolcador tenía prioridad porque se encontraba dentro de los dos puntos por delante del ecuador. Por lo tanto, en su investigación la Guardia Costera podría incluso enfrentarse a infracciones contradictorias de las normas de navegación”, completó.

Además de Mila -hija del productor Tomás Yankelevich y de la actriz Sofía Reca-, la otra fallecida en el accidente fue Erin Ko, una niña chilena de 13 años, según confirmó la oficina del médico forense del condado de Miami-Dade. Los paramédicos no consiguieron reanimarla tras sacar el cuerpo del agua.

El diario El Mercurio informó que era hija de padres de origen surcoreano, y que hasta el año pasado había estudiado en el colegio San Pedro Nolasco de Vitacura, en Chile. La familia se había mudado a Miami en diciembre pasado.

“Nos unimos al dolor por la trágica pérdida de dos niñas en el accidente náutico ocurrido este lunes en la Bahía de Biscayne. Una niña argentina de 7 años y una niña chilena de 13 perdieron la vida en esta tragedia que enluta a toda nuestra comunidad en Miami. Acompañamos con profundo pesar a sus familias, especialmente a su padre”, señaló el consulado chileno en Miami a través de sus redes sociales.

Las dos niñas fueron declaradas muertas a su llegada al Centro de Trauma Ryder del Hospital Jackson Memorial, en Miami. Hasta ahora, el Departamento del Médico Forense del condado de Miami-Dade evitó dar precisiones sobre las causas de los fallecimientos.

La instructora y una niña de 12 años están fuera de peligro y no fue necesario hospitalizarlas.

Dos techistas que trabajaban en una casa en Hibiscus contaron al diario local Miami Herald que vieron el momento de la colisión e intentaron sin éxito evitar el choque.

“Gritamos y gritamos, pero estábamos demasiado lejos; no nos iba a escuchar”, dijo William Cruz, que mencionó que veían a un hombre con chaleco de neón en un lateral de la barcaza. “Se dirigían directamente hacia las niñas y para cuando el hombre se dio cuenta, la barcaza ya estaba justo encima de ellos”, agregó.

Cruz y su colega Aldo Meglar señalaron que escucharon los gritos de las chicas que estaban en el velero y de su instructora de 19 años, y que el trabajador del chaleco verde las vio.

“Vio el pequeño bote y echó a correr hacia la popa de la barcaza, gritándole al capitán”, dijo Meglar. “Pero la barcaza ya estaba muy cerca de las niñas que estaban delante”. “Creo que el capitán lo oyó, porque el motor se apagó y el bote se detuvo muy rápido, pero ya era demasiado tarde”, agregó el techista, y describió que el choque “sonó como un trueno”.