Desde este miércoles y hasta mañana jueves, el Tribunal Oral número 2 de Campana llevará adelante el debate oral y público contra Claudio Contardi, exmarido de la presentadora y modelo Julieta Prandi, acusado de diversos episodios reiterados de violación en un contexto de violencia de género y agravado por el daño mental que le ocasionó.
Contardi llega a juicio bajo arresto domiciliario con tobillera electrónica y prohibición de acercamiento de Julieta Prandi. A lo largo de la instrucción, el titular de la UFI N°4 de Escobar, Christian Fabio, supo reunir elementos de prueba ratificados por tres instancias para que el empresario del rubro gastronómico se siente en el banquillo de los acusados.
El juicio que empezará durante esta jornada tendrá como primer testimonio el de la propia víctima: No se descarta que la declaración de Julieta Prandi revista de reserva, únicamente a las partes, por tratarse de un delito de semejante gravedad.
Además de Prandi, también declararán otros 13 testigos, entre ellos 4 peritos psicológicos, y psiquiátricos de la asesoría departamental del departamento judicial de Campana, quienes bajo juramento de decir la verdad explicarán al tribunal las conclusiones a las que arribaron sus evaluaciones. Lo anterior se traduce en la prueba que será determinante en el juicio.
Para la querella a cargo del equipo de Fernando Burlando y representada por Javier Baños, hay cuatro informes médicos psiquiátricos que dan cuenta de los padecimientos de Julieta Prandi «y hay una historia clínica que concluye lapidariamente que Julieta tiene signos de haber sufrido violencia sexual intrafamiliar y además mantenida en el tiempo». A ello se agrega la declaración de su psicóloga y de nueve testigos que durante la instrucción ratificaron los dichos de la modelo y actriz.
El proceso tuvo sus dilaciones puesto a que Contardi tuvo que cambiar de defensa, pues su abogado anterior renunció en la víspera al inicio de la feria judicial. El ex de Julieta Prandi enfrenta una pena en expectativa de 8 a 50 años, no por el abuso sexual en sí, sino por la reiteración de dichos abusos. La querella señaló que Julieta está con gran expectativa y mucha ansiedad «por el calvario judicial que ha sido llegar a este momento».