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Cayó un peligroso narco brasileño

Un operativo de película que incluyó la participación de un helicóptero, se desarrolló en el barrio porteño de Caballito donde un peligroso narco brasileño, con un amplio prontuario delictivo y acusado de haber participado en al menos 150 homicidios, con un pedido de captura internacional por parte de Interpol, fue detenido el viernes. 

El sospechoso identificado como Fabio Rosa Carvalho (41), acusado de ser jefe de la organización criminal “Os Manos», y quien estaba prófugo desde 2023 tras escapar de una cárcel brasileña. Fue detenido en la avenida Pedro Goyena al 800, por personal de la División Capturas y Prófugos de la Policía de la Ciudad, junto con la Dirección General de Investigaciones Criminales de la Policía de Córdoba y efectivos de la Policía Civil de Río Grande do Sul, Brasil.

El prófugo era investigado por al menos 150 homicidios desde 2009, además de narcotráfico y vínculos con la banda criminal Primeiro Comando da Capital (PCC). En 2009, había sido uno de los principales objetivos de la Operación “Cova Rosa”, en la que se detuvo a 69 miembros de “Os Manos”, una organización señalada por múltiples crímenes por encargo y tráfico de drogas.

La investigación que llevó a su detención comenzó cuando la Policía Civil de Río Grande do Sul alertó a la Policía de Córdoba sobre una posible presencia del fugitivo en territorio argentino.

Tras varias tareas de seguimiento, se determinó que el narco podría estar en la Ciudad de Buenos Aires.

En los últimos días, una delegación de policías brasileños y cordobeses viajó al país para iniciar tareas de inteligencia en conjunto con las fuerzas porteñas, y fue así que terminó con la captura del sospechoso. 

El procedimiento se llevó adelante bajo las órdenes del juez Alejandro Adrián Litvack, titular del Juzgado Nacional en lo Penal de Rogatorias, por una causa que tramita a pedido del Juzgado Criminal y Correccional Federal N° 9, de la doctora Paula Sanz, y de la Fiscalía de Instrucción del Distrito IV, a cargo de Juan Pablo Klinger.

Tras las rejas, en una celda, el acusado deberá cumplir los próximos pasos procesales de la causa.