El diputado nacional Facundo Manes lanzó duras críticas contra Santiago Caputo y el gobierno de Javier Milei por el uso de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) para presunto espionaje político.
El referente de Democracia Para Siempre aseguró que el oficialismo «sigue la peor tradición de la casta» al «espiar a los que piensan distintos», apuntando directamente contra las prácticas del asesor presidencial y su manejo de los servicios de inteligencia.
«Lo que sale a la luz sobre la SIDE es una vergüenza. Esto no nos va a dar miedo», manifestó el neurocientífico en declaraciones que generaron fuerte repercusión en redes sociales.
Manes contrastó las políticas del gobierno libertario señalando la contradicción entre los recortes en salud y el incremento en inteligencia. «No le molesta desfinanciar al Hospital Garrahan, mientras le aumenta el sueldo a los servicios», disparó el diputado radical.
Esta crítica apunta al corazón de las prioridades presupuestarias de la administración Milei, que ha enfocado recursos en el fortalecimiento de la SIDE mientras implementa ajustes en otras áreas del Estado.
El legislador, impulsor de la coalición Somos Buenos Aires, prometió seguir «defendiendo la Argentina» de quienes «se la quieren llevar puesta» y protegiendo «la libertad de todos».
Los datos oficiales revelan el incremento exponencial en el presupuesto de inteligencia durante los primeros meses del gobierno de Javier Milei:
Aumento en gastos reservados:
- Enero-mayo 2024: $ 3794 millones
- Mismo período 2025: $ 13.436 millones
- Incremento: 254%
Este salto presupuestario se concretó mediante una serie de medidas administrativas que generaron controversia en el Congreso y la opinión pública.
Las críticas de Facundo Manes apuntan especialmente contra Santiago Caputo, considerado el arquitecto del nuevo modelo de inteligencia del modelo libertario. El asesor presidencial ha sido señalado como el responsable directo del redireccionamiento de recursos hacia la SIDE.
La figura de Caputo genera particular controversia en la oposición, que lo considera el operador político detrás de las decisiones más polémicas del Gobierno en materia de inteligencia y control interno.