Pese a que el Gobierno negó un cambio de régimen cambiario después de las elecciones, el mercado aún especula con un «empalme». «El desafío está en lograr un empalme lo menos traumático posible entre el actual esquema de bandas cambiarias y control de agregados monetarios, hacia un régimen monetario-cambiario de carácter permanente. Justamente, para que esa transición sea lo más ordenada posible, los instrumentos de corto plazo deberían ser congruentes con los objetivos de mediano y largo plazo», alertó un informe de la Fundación Mediterránea.
Habría un salto de calidad para el horizonte de la macro si, en lugar del slogan de la «dolarización endógena», se avanzara en forma decidida hacia un régimen bimonetario análogo al de Perú.
Podría hacerlo en un contexto recesivo y con un tipo de cambio suficientemente elevado como para pasar a tener superávit de cuenta corriente.
Pero si se aspira a empalmar estabilidad con crecimiento, la palanca apropiada es crear condiciones para una entrada sostenida de capitales de largo plazo, que simultáneamente alimente las reservas del Banco Central y complemente la tasa de ahorro nacional, en niveles demasiado acotados.
En ese caso, un déficit estabilizado de cuenta corriente en los niveles actuales de 2,0 puntos del PIB sería perfectamente consistente con el resto de las variables.
«Después de las elecciones será clave lograr un equilibrio dólar/tasas por el que la tasa real de interés pase a un nivel de un dígito anual, para lo que se requiere haber minimizado las expectativas de devaluación y reducido la prima de riesgo país», advierte el research.
Pero ese objetivo de una tasa de interés que aliente al mismo tiempo el ahorro y la inversión no es sólo una cuestión macro: las sobretasas que imponen los impuestos distorsivos, especialmente los de origen provincial y municipal, son un tremendo obstáculo a la expansión de los préstamos, situación agravada por el hecho de que en el Congreso corre peligro el régimen de Garantía Recíproca, que facilita la toma de créditos de las pymes.