El fin de la conciliación obligatoria abrió este martes un nuevo capítulo en el conflicto aeronáutico: la Asociación de Técnicos y Empleados de Protección y Seguridad a la Aeronavegación (ATEPSA) confirmó que retomará su plan de lucha desde el 22 de agosto, lo que podría derivar en demoras y cancelaciones de vuelos en todos los aeropuertos del país.
La organización gremial que agrupa a los controladores denunció que los representantes de la Empresa Argentina de Navegación Aérea (EANA) no realizaron una oferta salarial acorde con la pérdida del poder adquisitivo y remarcó que «no se está cumpliendo el convenio colectivo de trabajo». En respuesta, desde la empresa sostienen que los incrementos ofrecidos están en línea con lo otorgado a otros sectores estatales, como la Unión Personal Civil de la Nación (UPCN) y la Asociación Trabajadores del Estado (ATE).
El conflicto se arrastra desde julio, cuando la Secretaría de Trabajo dictó la conciliación obligatoria el día 11, lo que suspendió tanto los despidos como los ceses de actividades. Posteriormente, la medida se prorrogó hasta el 7 de agosto, debido a que la EANA presentó una nueva propuesta que, según ATEPSA, no alcanzaba las expectativas y se mantenía por debajo de la pauta general para los empleados públicos.
Según explicaron desde el gremio desde marzo del corriente año que «han transcurrido infinidad de reuniones, dos conciliaciones obligatorias, con sus respectivas prórrogas» y por el momento no hubo ofertas formales. «No hay un solo acta de audiencia donde la empresa ofrezca algo», señalaron.
«Obviamente estamos abiertos al diálogo y a la negociación, cosa que del otro lado no«, insitieron desde ATEPSA.
Cumplidos todos los plazos, el sindicato emitió un comunicado en el que enfatizó: «Ante la falta de una propuesta acorde con nuestras demandas, retomaremos el plan de lucha a partir del 22 de agosto, con acciones en todos los aeropuertos del país». Además, remarcaron: «Estamos convencidos de que la lucha y la defensa de nuestros derechos son el único camino a seguir».
La conducción de ATEPSA insiste en que, para evitar quedar rezagados frente a la inflación, es necesario aplicar un aumento salarial del 45%, un reclamo que el Gobierno descarta de plano. Desde el Ministerio de Economía reiteraron que los incrementos se limitarán a un 1% mensual, con sumas no remunerativas adicionales a modo de compensación.
Según explicó el gremio, se trata de un plan de lucha por franjas horarias de tres horas y día por medio. En total, paralizarán la actividad el viernes 22, domingo 24, martes 26, jueves 28 y sábado 30, en las franjas de 13 a 16 horas y 19 a 22.
«La medida legitima de acción sindical solo afecta despegues de aeronaves, es decir que se restringen las autorizaciones de aeronaves y vehículos en tierra. No se recibirán ni se transmitirán planes de vuelo en los horarios publicados«, explicaron desde el gremio.
Además, aclararon: «Quedan exceptuadas de la medida todas las operaciones de aeronaves que eventualmente se declaren en emergencia, como aquellas que presten servicio sanitario, humanitario, de estado y/o búsqueda y salvamento».
Previo a la aplicación de las nuevas medidas de fuerza, la Secretaría de Trabajo convocó a los representantes gremiales con el objetivo de garantizar el cumplimiento de la normativa vigente para los servicios públicos esenciales. La ATEPSA no puede paralizar por completo la actividad, aunque con los paros genera demoras y cancelaciones de vuelos.
Desde el gremio reclamaron que tanto la Empresa Argentina de Navegación Aérea (EANA) como la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) asuman sus funciones con responsabilidad y se comprometan a “garantizar el derecho legítimo de los trabajadores a manifestarse”.
La secretaria general de ATEPSA, Paola Barritta, sostuvo que “las autoridades aeronáuticas continúan presentando informes tendenciosos y argumentos infundados, buscando deslegitimar las medidas de acción sindical y obstaculizar el legítimo derecho constitucional a la huelga”.