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El agro, el temor por los bajos precios y olas inundaciones

Hasta hace apenas unos la mayoría de los actores del sector agroindustrial coincidía en que la campaña agrícola 2025/26 traería buenas noticias, sin zozobras en términos climáticos y con la promesa de buena afluencia de dólares por parte del agro, pese a los precios relativamente bajos de la mayoría de los cultivos.

Sin embargo, las fuertes lluvias con inundaciones incluidas en vastas zonas de la zona núcleo, la más productiva del país y la difusión algunos informes esta semana encendieron las alarmas. Todo esto acontece a un mes de oficializarse la baja de derechos de exportación (retenciones) a fines de julio.

Justamente esta medida explica en gran medida por qué en agosto se registró una baja en las Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior (DJVE), el tercer peor registro para agosto de la historia, sólo superado por dos momentos de distorsión en los mercados.

Uno fue en 2022 en plena pandemia de Covid-19. El otro en agosto de 2009, en el marco de la crisis financiera internacional y cuando China implementó un giro en su estrategia importadora, dejando de comprar derivados de soja, especialmente aceite de soja, concentrando sus compras en el poroto para procesarlos en ese país.

En este contexto, Argentina debió salir a buscar en forma urgente mercados alternativos para el aceite de soja, que por entonces representaban unos US$2000 millones anuales. La alternativa llegó desde la India, que se transformó en el principal demandante de este derivado de la oleaginosa.

En este sentido, un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario sostiene que «las ventas al exterior del agro registran el segundo agosto más bajo en 16 años» y atribuye esto a una estrategia defensiva de los exportadores en medio de la baja de retenciones.

«Como era de esperarse, luego de adelantar la mayor cantidad de DJVE posible en junio bajo el escenario de reducción temporal de derechos de exportación, a lo largo de este último mes se profundizó la tendencia que julio ya anticipaba. Entre los 14 principales granos y subproductos alcanzaron las 3,1 Mt registradas en DJVE», remató.

De acuerdo al informe, la mayor parte de las ventas declaradas tuvo lugar en la previa del fin de la baja temporal de retenciones, por lo que «el anuncio de la reducción permanente se encontró con casi todas las toneladas anotadas con anticipación, dinámica que condiciona hacia adelante el ritmo de registraciones», remarca la BCR.

El otro dato preocupante que se conoció este lunes es que la liquidación de divisas del agro en agosto registró una caída del 55% respecto del mes anterior, que fue récord histórico y una baja del 25% en relación a agosto de 2024, según datos relevados por la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina y el Centro de Exportadores de Cereales (CIARA-CEC).

Es que en el fondo se trata de una fórmula de suma cero, lo que ya se liquidó en el pasado, no estará disponible en el futuro.

Pero lo que está impactando fuerte también en todas las exportaciones del complejo agroindustrial es la caída de precios internacionales de los principales cultivos.

En el mercado de la soja no se espera una recuperación de precios, habida cuenta de la cosecha récord que tendrá Brasil, el principal productor y exportador mundial, lo que garantiza una buena oferta global, en la que también contribuyen Estados Unidos, Argentina y en menor medida Uruguay y Paraguay.

En este mercado, la jugada de China en su guerra comercial con Estados Unidos decidió no comprarle poroto, lo que abre el juego para que los exportadores sudamericanos entren más fuerte en ese mercado. Sin embargo, no hay que desestimar el impacto que tendrá la sobreoferta de Estados Unidos que inundará el resto de los mercados, a los que hoy le venden Argentina, Brasil y otros países.

En cuanto al maíz, Estados Unidos tendría la mayor cosecha en años, y Brasil aportará buen volumen en la safrinha, la cosecha tardía o de segunda.