Roberto Sánchez, diputado nacional y referente de Unidos por Tucumán, busca posicionarse en un lugar distinto dentro de un escenario político marcado por la polarización. Con la mira en las elecciones, insiste en que hay un sector de la sociedad que no se siente cómodo con los extremos y que reclama equilibrio, mesura y racionalidad.
Sánchez remarca que “ni la extrema izquierda ni la extrema derecha le dan soluciones reales a los argentinos” y que, por eso, su espacio se propone como una alternativa de centro, con vocación de diálogo y de construcción política. “Lo demostramos en el Congreso, defendiendo a los jubilados, a las personas con discapacidad y a las pymes. Nuestro objetivo es defender a todos los tucumanos y no jugar a la política del péndulo”, subraya.
El ex intendente de Concepción sostiene que la sociedad empieza a mirar con atención experiencias similares en otras provincias, como Santa Fe, Jujuy, Chubut o Córdoba, donde distintos gobernadores y dirigentes trabajan en bloques moderados que buscan alejarse de las disputas más radicalizadas. “Hay un espacio que se está formando y que entiende que los argentinos quieren sensatez”, remarca.
La pregunta que queda abierta es si este discurso puede traducirse en votos en Tucumán, una provincia históricamente dominada por el peronismo y donde la oposición aparece fragmentada. Sánchez apuesta a que el cansancio social frente a la polarización le dé aire a una tercera vía. “La gente va a buscar el equilibrio en las próximas elecciones”, asegura, convencido de que hay lugar para construir una alternativa distinta.
