Entre que se escape el dólar y que se hunda más el nivel de actividad, el Gobierno eligió evitar el segundo mal. Tras la derrota en las elecciones en la provincia de Buenos Aires, Luis Caputo empezó a relajar el apretón monetario, con el objetivo de máxima de reactivar la economía y de mínima de evitar que se deprima aún la actividad.
Así, optó por un nuevo equilibrio entre tipo de cambio y tasas de interés, con el primero por encima de los $ 1400 y a sólo 3% del techo de la banda cambiaria, al tiempo que bajó entre el martes y ayer 10 puntos porcentuales las tasas en operaciones simultáneas, pasando de 45% a 35% de TNA.
Incentivado por una inflación que quedó debajo del 2% en agosto, al igual que en los tres meses previos, el equipo económico le sacó presión al torniquete monetario que asfixió a bancos y al mercado desde el fin de las LEFI en julio. En la economía real, levó la cuarta ancla: la que pesaba sobre el financiamiento de pymes y empresas y el endeudamiento de las familias.
El último informe de Eco Go, la consultora de Marina Dal Poggetto, resumió la nueva estrategia en su título: «Aflojando el apretón monetario». «El apretón de tasas observado hasta el domingo generó una caída de la actividad que con datos a julio desde el pico de febrero asciende a 2,5%, dejando un arrastre estadístico de 3,5% para el resto del año», reza el estudio.
«Parece que quieren relajarlo. Quizás tengan un tipo de cambio un poco más alto, pero se dieron cuenta que tienen que reanimar de alguna manera la actividad de cara a las elecciones en octubre», explicó Sebastián Menescaldi, director asociado de Eco Go.
«El Gobierno está buscando un nuevo equilibrio. La suba del tipo de cambio lo ayudó a poder descomprimir tasas. Están cambiando la manera de determinar la tasa, ya no es endógena, sino que empieza a ser exógena, la fijan ellos en la rueda de operaciones simultáneas con los bancos y con Alyc», aseguró, por su parte, Emiliano Anselmi, economista jefe de PPI.
El efecto derrame de esa jugada se vio ayer y el martes en la caución, que cayó hasta el 32%. Por el momento, no hubo cambios en los encajes bancarios, que venían en ascenso licitación a licitación y habían alcanzado el 53,5%. Que no los hayan subido (aunque tampoco bajado) fue un alivio para los bancos.
«Este nuevo equilibrio dólar-tasa permitió descomprimir los rendimientos de la curva de pesos, que ayer avanzó 1,5% promedio para las Lecap y Boncap. Asimismo, ayudó al Gobierno de cara a una licitación, en la previa, complicada dado el revés electoral recibido el domingo», consideró Alan Versalli, research analyst de Cocos.
El BCRA podría absorber los pesos excedentes de la licitación utilizando otra estrategia: mediante operaciones en la rueda REPO. La entidad comandada por Santiago Bausili también había dado marcha atrás con la remuneración de liquidez a través de Pases Pasivos, cuyo stock trepa a los $ 3,5 billones.
«Este proceso de baja de tasas puede tener un límite porque el equilibrio es fino. Faltan seis semanas para la elección: más adelante empezará la demanda de cobertura. Es una recalibración constante del día a día», agregó Anselmi.
Si bien el nuevo equilibrio aún no se trasladó a las tasas activas y pasivas, de sostenerse este nuevo esquema eso sucederá en los próximos días.
El escenario de cara al 26 de octubre está plagado de obstáculos para el equipo económico. Pero el revés electoral en la provincia de Buenos Aires lo animó a cambiar el plan. Ahora TMAP significa Tasas más Abajo, Pablo.