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Milei le tomó juramento a Lisandro Catalán, el nuevo ministro del Interior

Mientras el Gobierno continúa con la reformulación de la gestión tras la derrota en la provincia de Buenos Aires, el presidente Javier Milei le tomó juramento al nuevo ministro del Interior, Lisandro Catalán, en un acto realizado en Casa Rosada.

La semana pasada, el Ejecutivo había anunciado la reactivación del Ministerio del Interior -históricamente clave en la relación con las provincias- y el nombramiento de Catalán como su nuevo titular.

Así, a través de una serie de decretos, se oficializó este lunes la restitución de la cartera (DNU 658/2025), que al inicio de la gestión libertaria había sido degradada a secretaría, y la designación del flamante ministro (Decreto 672/2025) que ya participa en la mesa de trabajo federal.

El nombramiento se produce en el inicio de lo que será una intensa jornada política, durante la cual Milei presidirá las reuniones de las mesas nacional y bonaerense, mientras que concluirá el día con una cadena nacional para presentar el Presupuesto 2026.

Catalán ya había iniciado informalmente sus funciones el jueves pasado cuando organizó de manera imprevista el primer encuentro de la mesa federal, comenzando por convocar a los aliados del gobierno. El nuevo ministro había trabajado previamente en estrecha colaboración con Guillermo Francos, actual jefe de Gabinete.

El DNU 658/2025 introduce cambios en la Ley de Ministerios que define el mapa del Gabinete. La norma dispone que «el despacho de los negocios nacionales quedará a cargo del jefe de Gabinete y nueve ministerios: Interior; Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto; Defensa; Economía; Justicia; Seguridad Nacional; Salud; Capital Humano; y Desregulación y Transformación del Estado».

La nueva estructura también redefine el rol de la Jefatura de Gabinete, que ahora contará con un Vicejefe de Gabinete Ejecutivo con rango y jerarquía ministerial, en quien se podrán delegar facultades específicas. El decreto detalla 57 funciones para el jefe de Gabinete, que abarcan desde la administración general del país y la coordinación ministerial hasta la intervención en la elaboración del presupuesto, la coordinación con el Congreso y la supervisión de políticas científicas y tecnológicas.

El Ministerio del Interior asume un rol central en la estructura ejecutiva, con competencias ampliadas que incluyen desde la gestión política interna hasta la política ambiental, el turismo y el deporte. 

La fundamentación del decreto señala la necesidad de «adecuar las previsiones de la referida Ley de Ministerios» para lograr «una mejor gestión de las atribuciones asignadas al Poder Ejecutivo Nacional», calificando la medida como «necesaria e impostergable» y justificando el uso del mecanismo excepcional del DNU.

En cuanto a las competencias específicas del Ministerio del Interior, el decreto le asigna la asistencia al Presidente y al jefe de Gabinete en la gestión política interna, la preservación del régimen republicano y federal, la promoción del turismo y el deporte, y la política ambiental. 

Entre sus responsabilidades se destacan la intervención en cuestiones institucionales vinculadas a derechos y garantías de los ciudadanos, la coordinación con provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la supervisión del Registro Nacional de las Personas, la organización de actos patrióticos y la gestión de políticas migratorias y de asilo.

La nueva cartera también tendrá bajo su órbita la promoción de la actividad turística y deportiva, la administración del Fondo Nacional de Turismo, la coordinación del Consejo Federal de Turismo y la representación internacional en estos ámbitos. En materia ambiental, será responsable de la formulación y ejecución de la política ambiental nacional, la gestión sostenible de recursos naturales, la preservación de bosques y áreas protegidas, y la elaboración de planes de mitigación y adaptación al cambio climático.

La normativa establece que todas las referencias a la «Vicejefatura de Gabinete del Interior» deberán entenderse como referidas al «Ministerio del Interior», transfiriendo a la nueva cartera los créditos presupuestarios, unidades organizativas, bienes y personal que hasta ahora dependían de la anterior estructura.

Esta reestructuración forma parte de la nueva estrategia política del gobierno tras los resultados electorales en Buenos Aires, buscando fortalecer los vínculos federales y mejorar la coordinación con las provincias a través de una cartera ministerial específicamente dedicada a estos fines.