Las palabras de Scott Bessent fueron música para los oídos de los inversores: el riesgo país nuevamente siguió con su caída libre y ayer fue de 12% a 900 puntos. Papeles como el GD35 cerraron ayer a u$s 61,5 a los mismos valores que el 5 de septiembre, la última rueda antes de las elecciones legislativas de PBA cuyo resultado gatilló un derrumbe en los mercados locales.
El nuevo impulso para los papeles argentinos provino del nuevo posteo de Scott Bessent en la red social X con detalles sobre la asistencia del Tesoro norteamericano a la Argentina.
El anuncio del swap por u$s 20.000 millones asegura cómodamente el cumplimiento de los vencimientos de la deuda de la Argentina más allá del mandato presidencial de Javier Milei, más tomando en cuenta que Bessent dejó abierta la posibilidad de que el Tesoro norteamericano compre directamente bonos argentinos en el mercado.
Sólo con una serie de tuits o posteos en X, Bessent logró revertir el clima imperante en la plaza local. ¿Tiene más margen de suba? Los bonos aún ofrecen rendimientos elevados del 15% por lo que la onda verde puede continuar cómodamente.
Los bonos de corto plazo como el AL30 y GD30 vienen de ofrecer rendimientos de 30% anual en el pico de mayor incertidumbre en la plaza local, el viernes último.
«El post de Bessent generó una fuerte reacción del mercado, con los bonos en dólares más de 5% ante el anuncio, reflejando que es más de lo que estaba priceado. Despeja la incertidumbre sobre las dificultades de liquidez generadas por el programa económico hasta ahora y el anuncio de que el Tesoro estaría dispuesto a comprar directamente deuda soberana incrementa fuertemente las probabilidades de que caiga el riesgo país al punto que el gobierno pueda salir a emitir deuda a principios de 2026″, destacó Federico Filippini, Chief Economist de Adcap Grupo Financiero.
La clave pasa entonces por la posibilidad de que tras las elecciones, si el gobierno obtiene una buena performance, pueda retornar al mercado voluntario de deuda.
Ello permitiría incluso que el swap de los Estados Unidos por u$s 20 mil millones pueda no ser gatillado nunca. Para ello el riesgo país debería volver a los 500 puntos en algún momento del 2026. Septiembre es el mes en el que vivimos en peligro en lo financiero. Se pasó desde una serie de jornadas negras tras la derrota oficial en PBA a ruedas festivas como la de ayer fruto de los posteos de Bessent.
Pero no todo ha retornado a los niveles previos de la elección de PBA. Las tasas bajaron pero el sistema sigue muy ilíquido. ¿Bajará encajes el BCRA hoy ante el clima reinante? Todo estará en función también de la licitación de deuda que hará mañana el Tesoro por $5,6 billones.
La posibilidad de que el Tesoro esté comprando dólares en el mercado cambiario también es una buena señal para inversores. Las críticas que hicieron al equipo económico desde economistas como Domingo Cavallo hasta el propio staff del FMI pasaron por no haber acumulado reservas en plena liquidación de dólares de la cosecha de soja.
La acumulación de reservas debería acentuarse con los ingresos de divisas que ocurran por l vigencia de las retenciones 0 al campo. Ayer se conoció que en una sóla jornada se inscribieron para liquidar exportaciones por u$s 4200 millones, es decir el 60% del tope asignado en u$s 7000 millones para utilizar ese beneficio impositivo. Más música para los bonistas.
Bessent lo hizo posible sin desembolsar siquiera un dólar. El accionar del Tesoro norteamericano es similar a que los papeles argentinos tuvieron un piso o «put» a sus cotizaciones, por su posible intervención comprando bonos. Histórica semana. Camino despejado. Resta lo político.