Felipe Núñez, asesor del ministro Luis Caputo, tuiteó que el Tesoro compró u$s 500 millones. La idea es seguir acumulando reservas en el Banco Central que, de todos modos, bajaron u$s 116 millones a u$s 41.122 millones.
Es que hubo pagos varios por un total de u$s 334 millones, entre los cuales se destacan Club de Paris con u$s 116 millones, CAF con u$s 97 millones y el BID con u$s 65 millones, además de suba de las cotizaciones.
La incógnita es qué pasará con el dólar a partir del martes. «Todo el mercado parece estar convencido de que iremos a buscar las bandas nuevamente», precisa Nicolás Cappella, de la mesa de IEB.
«Por lo tanto, se notó mucho flujo comprador en el mercado del dólar futuro de A3 que termina con tasas implícitas de 60%, cuando venían operando con tasa implícitas en torno al 35%».
«Es decir, la gente está dispuesta a pagar A3 a precios más caros que antes porque están convencidos de que el oficial comenzará a subir luego de la liquidación extraordinaria del campo«, completa Cappella.
Sumado a ello, se notó un gran volumen de la letra dólar linked D31O5. Creen que quien vendía es el BCRA ya que, en un canje con el Tesoro, tiempo atrás canjeó u$s 1700 millones equivalentes de la Lecap de septiembre por u$s 1700 millones de este título.
Además, está presente el campo que liquida, y tiene prohibido el acceso al mercado de cambios, ni está autorizado a comprar dólar MEP, por lo que se cubre con estos bonos atados al tipo de cambio hasta tanto tenga que transferirle a los productores.
Sumado a ello, está la incógnita de si las bandas continuarán post elecciones o no, lo cual también pesó mucho a la hora de tener que elegir si estar en pesos o no.
Creen que, con la medida de restricción cruzada del viernes, se hace cada vez más difícil mantener las bandas. Es por ello que quizás un esquema ya sin bandas post elecciones venga acompañado de la eliminación de esta restricción cruzada.
El último dato malo que observaron en las mesas fue el índice de Confianza del Gobierno de la Universidad Torcuato Di Tella, que suele ser un buen predictor del resultado electoral, que marcó el mínimo en la era Milei, con una aprobación del 38,8%. De ahí se entiende el pesimismo en los activos argentinos, pese a las seguridades que el Gobierno ha intentado mostrar.