El Tribunal de Cuentas puso entre las cuerdas a la comisionada rural de Las Cejas, Cristina Contreras, quien está sospechada con pruebas que parecen irrefutables, de haber utilizado los fondos que le correspondían a la comuna para disfrute y beneficio propio. Lo que se entiende por corrupción.
Miguel Terraf y Marcelo Vidal presidente y secretario del Tribunal de Cuentas respectivamente, mediante un acuerdo le requirieron que presente copias de Libros Banco y Extractos Bancarios de los meses de agosto, septiembre y octubre de 2024.
Lo que ocurre es que de acuerdo a la denuncia del ex director de Tránsito de Alfaro, Enrique Romero, con fondos de la comuna se pagó pintura y materiales que luego habrían sido destinados a una casa particular que la comisionada tiene en El Cadillal, que según el denunciante la información le llegó de forma anónima pero plagada de pruebas que le dan certeza.
Las actuaciones administrativas se tramitan en paralelo a una denuncia penal, también concretada por Romero, y apuntan contra Contreras y contra su esposo y ex comisionado comunal de Las Cejas, Hugo Alfredo Lazarte. O sea, pareciera un caso de nepotismo y corrupción al viejo estilo.
El Tribunal de Cuentas quiso saber en primera instancia si las facturas que entregó el denunciante efectivamente fueron incorporadas a la rendición bimestral que deben realizar los comisionados rurales al organismo para que sean auditados. Si se incorporaron deberán demostrar que tuvieron el destino que figuraría que evidentemente tiene que ser para beneficio de los vecinos.
Las facturas en cuestión suman un monto superior a los $ 2 millones de pesos a valor de fines de 2024. Se detallan las fechas y los proveedores para que la comisionada rural responda sin ninguna posibilidad de confusión de las compras de las que se trata.
Contreras presentó una declaración en la cual advirtió que “no cuenta con documentación, argumentando que las compras no fueron gastos de la comuna y desconociendo el motivo por el cual las facturas están a nombre de la misma”.
A causa de esa respuesta se solicitó nuevamente que se presenten los libros de banco, así como los extractos bancarios de Las Cejas, pero tampoco hubo respuesta, consignó el Tribunal de Cuentas.
El problema que tiene Contreras es que las facturas que tienen como compradora a la comuna de Las Cejas fueron reconocidas por los proveedores. O sea, que se compró materiales y pinturas. ahora habrá que ver si hay contradicciones entre la documentación presentada y los libros que deben llevar los comisionados rurales. Ahí radica la clave.