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La Argentina baja en un ranking de universidades. La UBA conserva el prestigio

Tras la crisis por el financiamiento universitario que ya lleva dos años en el país, muchos se preguntaban cómo iban a quedar las universidades argentinas en los rankings globales.

Este miércoles se conocieron los resultados de la clasificación QS de América Latina y lo que empieza a verse es una caída: de un total de 45 universidades del país clasificadas, 20 (44%, casi la mitad) bajaron posiciones, 13 (29%) mantuvieron sus puestos y solo 12 (27%) subieron.

Esto da una tasa de descenso general del 18 % en solo un año, señalan los autores del ranking. Aunque esa caída, hay que decirlo, no es muy distinta a la que ya se venía produciendo desde antes de que llegara Milei al gobierno.

Las universidades que, en este contexto, lograron subir en el ranking son 12, 5 públicas y 7 privadas. En orden: Nacional de La Plata (ahora, en puesto 21), Austral (25), Di Tella (48), San Andrés (51), Palermo (95), Nacional de San Martín (102), Nacional de Mar del Plata (110), Nacional del Sur (115), Católica de Córdoba (191-200), UCES (251-300), Nacional de La Pampa (251-300) y Siglo 21 (301-350).

La UBA conservó su puesto y sigue bien arriba, manteniéndose entre las primeras 10 universidades en este ranking regional, elaborado por la consultora británica Quacquarelli Symonds (QS), que este año incluyó a 491 universidades de 26 países.

La Católica de Chile lidera la tabla, seguida por la Universidade de São Paulo y la Universidad Estatal de Campinas (Unicamp).

Como ya venía sucediendo en ediciones anteriores de este ranking, las universidades argentinas volvieron a mostrar bajos resultados en los indicadores referidos a la producción científica. De hecho, no hay ninguna que logre estar entre las primeras 50 en los parámetros que hacen a la investigación.

Donde sí se destacan las universidades locales es en los indicadores de reputación. Y especialmente en el que mide la cantidad de docentes por alumnos.

“Las universidades argentinas enfrentan desafíos en la producción de investigación. Lo vemos en los rankings de este año: la mayoría retrocedieron en los indicadores de investigación, aunque se mantienen muy bien en reputación, especialmente entre empleadores”, dijo a Clarín Leigh Kamolins, director de Análisis y Evaluación de QS.

“Para mejorar las universidades debieran buscar fondos más allá de los estatales: asociaciones con la industria, con otras universidades y con organizaciones internacionales, podrían complementar sus ingresos. Creo que hay una oportunidad para mejorar la forma en que se financian las universidades”, agregó el experto de QS.

La UBA obtuvo excelentes resultados en reputación académica y entre los empleadores. También se destacó en colaboración internacional y en la cantidad de papers científicos publicados. Pero sufrió fuertes caídas en todas las métricas de investigación, incluidas las citas por artículo y los artículos por profesor.

“Es un orgullo volver a estar entre las 10 universidades más prestigiosas de la región, especialmente destacándonos en dos ítems tan importantes como el de reputación académica y del empleador. Pero el desfinanciamiento que venimos padeciendo comienza a hacerse sentir en los resultados referentes a investigación científica”, dijo Ricardo Gelpi, el rector de la UBA.

“Es una señal de alerta que no debemos desatender y que las autoridades nacionales tienen la obligación de tomar nota. La formación de equipos científicos no es algo que se hace de un día para el otro y si entramos en una espiral descendente en este sentido, va a costar mucho tiempo y esfuerzo recuperar”, agregó el rector.

Tras la UBA, las universidades argentinas mejor posicionados fueron la Nacional de La Plata (21), la Austral (25), la Nacional de Córdoba (33), la UCA (40) y la Di Tella (48), entre las mejores ubicadas.

“Revalidar por sexto año consecutivo el liderazgo entre las universidades privadas argentinas y alcanzar el puesto 25 en Latinoamérica es reflejo de un desempeño sostenido. Este logro es fruto de un proyecto de largo plazo y del compromiso diario de docentes, estudiantes, investigadores, graduados y aliados institucionales”, dijo Julián Rodríguez, rector de la Universidad Austral.

Otra de las universidades privadas que mejoró su posición este año fue la Universidad de Palermo. Su vicerrector, Matías Popovsky, le dijo a Clarín que “es una satisfacción estar nuevamente entre las universidades más reconocidas de América Latina. Este logro reafirma nuestro compromiso para continuar innovando y educando profesionales con visión global, espíritu emprendedor y la capacidad de anticiparse a los cambios tecnológicos que transforman el mundo”.

El ranking QS es uno de los más conocidos a nivel internacional: el estudio se basa en el análisis de seis indicadores, con distinto peso: reputación académica (30%), reputación entre los empleadores (20%), porcentaje de estudiantes por profesor (10%), citaciones por facultad (10%), profesores con doctorados (10%), red internacional de investigación (10%), productividad científica (5%) y uso de tecnologías (5%).

La consultora británica presentará los resultados este jueves y viernes, en la cumbre global de Educación Superior que se llevará a cabo en el Hotel Hilton, en Buenos Aires, donde unas 300 autoridades del mundo universitario debatirán los desafíos que tiene el mundo universitario.

Además del ranking QS, que le asigna mucho peso a la percepción de los encuestados, hay otros rankings universitarios, que valoran más los datos duros como la investigación científica y los papers publicados, como el de Shanghai (China) y el CWUR (Arabia Saudita).