En el Senado de la Nación se abrió un fuerte debate por el proyecto que busca prohibir toda publicidad de apuestas online en el deporte argentino. La Iglesia católica pidió la eliminación total de los patrocinios en camisetas y transmisiones, mientras que la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) defendió sus contratos y advirtió que una prohibición absoluta pondría en riesgo la economía de los clubes.
El vocero del Arzobispado de Córdoba, Munir Bracco, comparó la publicidad de casas de apuestas con el consumo de drogas y habló de una “pandemia silenciosa” de ludopatía. “La camiseta de fútbol que debería inspirar a los chicos se convierte en publicidad de una droga. Ya no disfrutan del juego, están pendientes de cuánto ganan o pierden”, dijo en su exposición.
Con un discurso cargado de denuncias sociales, Bracco alertó sobre niños y jubilados que pierden dinero apostando, adolescentes que delinquen para seguir jugando e incluso personas que se quitaron la vida por esta adicción. “Un solo peso no vale una vida. Esto es un atentado contra la vida, la familia y la libertad”, remarcó.
La respuesta llegó desde la AFA, representada por el dirigente Javier Méndez Cartier, miembro del Comité Ejecutivo y presidente de Excursionistas. “No defendemos intereses comerciales, defendemos la sustentabilidad de los clubes y su función social. Una prohibición total sería un golpe financiero histórico”, aseguró.
Méndez Cartier planteó que los clubes no son parte del problema sino de la solución: “Desde Claudio Tapia hasta el último dirigente estamos comprometidos en trabajar con el Estado y la sociedad civil para cuidar a los pibes y pibas. Apostamos a publicidad responsable, sanciones al juego ilegal y control contra el amaño de partidos. Las prohibiciones absolutas solo favorecen al mercado clandestino”.
El proyecto que ya tiene media sanción en Diputados busca prohibir la promoción de apuestas en redes sociales, medios audiovisuales, cartelería, indumentaria deportiva, equipos, instalaciones y eventos culturales. Si se aprueba, camisetas como las de la Selección, Boca o River deberían rescindir sus contratos con casas de apuestas.
La discusión seguirá en comisiones, pero quedó claro que en torno a la camiseta de fútbol se juega más que un sponsor: para la Iglesia, es un símbolo que enferma; para la AFA, es la base de supervivencia de los clubes.