Poco le duraron las ganas de fugarse de la Justicia. No tenía escapatoria, había una recompensa de 15 millones de pesos en juego para el que permita ubicarlo, por eso Facundo Ale se entregó voluntariamente en un cañaveral ubicado en el límite con la provincia de Santiago del Estero. Fin.
Estaba siendo buscado por la presunta participación en un tiroteo ocurrido luego de una fiesta en Tafí Viejo hace unos días.
Se pudo llegar a este término por las negociaciones entre su padre «Ángel «El Mono» Ale y la policía. Lo que quería la familia es que les den garantías de seguridad para el joven y su familia.
Durante la mañana «El Mono» Ale había solicitado públicamente que se garantizara la seguridad de su hijo durante la entrega, una petición que fue atendida por las autoridades.
Es conocida la enemistad de los Ale con «Los Gardelitos» y esa situación hacía temer un desenlace fatal similar a los que ya protagonizaron durante décadas.
Están todos los sospechados presos y ahora la Justicia podrá avanzar en investigar el tiroteo que se produjo en Tafí Viejo.