En una Washington que recibió la semana nublada y bajo una garúa otoñal, el panorama de la economía global que aquí se conocerá dentro de las próximas horas tampoco luce muy despejado. Este martes se conocerá el informe Perspectivas Económicas Mundiales 2026 del FMI con los principales pronósticos para el mundo y la Argentina pero un adelanto de un trabajo paralelo por parte del mismo organismo permite vislumbrar algunos nubarrones en el horizonte.
Un capítulo del Reporte de Estabilidad Financiera ya distribuido señaló que los países que más reservas acumulan enfrentan más estabilidad en su tipo de cambio y manejan mejor las crisis cambiarias. El organismo llamó a las autoridades de los países que se reúnen en Washington por estas horas, entre ellas el equipo económico, a tomar medidas porque «el mercado de divisas sigue siendo vulnerable a shocks adversos pese a su gran liquidez».
En ese contexto la Argentina la semana pasada recibió una ayuda del Tesoro de EE.UU. para estabilizar su mercado cambiario. “El mercado de divisas es el mercado financiero más líquido y grande del mundo, con un volumen diario de transacciones cercano a los US$ 10 billones” advirtió el FMI hace unas horas.
“Garantizar una liquidez sólida y reservas de capital respaldadas por salvaguardias eficaces, como el acceso a la liquidez del banco central con una supervisión adecuada, suficientes reservas internacionales y líneas de swap ampliadas del banco central”, plantea el Fondo Monetario en el REF. Además, sostiene que “las reservas internacionales son una fuerza estabilizadora durante episodios de tensión”. Y que los bancos centrales pueden usarlas para proporcionar liquidez en dólares cuando la financiación privada se agota, mientras que un mayor nivel de reservas también puede mejorar la percepción de solvenciaa de un soberano y ayudar a mitigar las presiones de fuga hacia la calidad, mitigando así la tensión en el mercado cambiario. El análisis muestra que las economías con mayores reservas experimentan una menor volatilidad excesiva de la rentabilidad del tipo de cambio tras un shock de incertidumbre macrofinanciera.
El debate alrededor de las reservas que plantea el FMI para todos los países es uno de los aspectos en la mesa del programa entre la Argentina y el FMI. De hecho, se trata de una meta explícitamente acordada entre las autoridades y que se comprometieron a cumplir. Hay una mirada extendida en el mercado de que las reservas no solo le sirven a un país para estabilizar su moneda en situaciones de stress como dice el FMI, sino que también brindaría certidumbre a los bonistas para el futuro pago de la deuda. De hecho, el propio Gobierno se ha jactado que acumuló reservas y las utilizó para pagar la deuda.
“Es el Gobierno que más dólares compró: en estos 20 meses compramos US$ 29.000 millones”, dijo Luis Caputo en televisión el domingo a la noche. “Es verdad que no hemos podido conservar gran parte de esas divisas para pagar la deuda”.
Meses atrás, el vicepresidente del Banco Central, Vladimir Werning, dijo que “nosotros también creemos que es virtuoso acumular reservas, pero tenemos múltiples objetivos macro y tenemos que estar seguros que estamos priorizando lo correcto». La mirada del Banco Central es relativizar así la urgencia por acumular reservas dado que la Argentina tiene un esquema de flotación.
El FMI notó en su trabajo que “las compras de dólares por parte de no residentes en Estados Unidos tienden a aumentar en 24 puntos porcentuales tras una escalada de la incertidumbre financiera, como la que se produjo al inicio de la pandemia de COVID-19 en marzo de 2020”.
El organismo en su trabajo esta semana destacó la línea de liquidez de swaps que utiliza la Reserva Federal que provee a otros bancos centrales de fondos inmediatos en caso de una corrida. Esto permite enfrentar situaciones que se consideran como transitorias como el Covid.
En el caso de la Argentina, Bessent explicó que el efecto ‘transitorio’ que atraviesa el país es un ataque especulativo sobre el peso y que el Tesoro compró pesos porque está subvaluado y sería una buena inversión para EE.UU. dado que los fundamentos de la economía argentina son sólidos. El mercado por ahora se permite dudar y aguardar hasta las elecciones.
