El Gobierno confirmó que la Argentina obtendrá ventajas en el marco de un acuerdo comercial con Estados, a cambio de un alineamiento «incondicional» con Donald Trump. Si bien las autoridades habían anticipado el anuncio de medidas para este miércoles, el Presidente Javier Milei explicó que siguen las conversaciones después de la reunión mantenida con el líder de la Casa Blanca.
«Hay un tema de ventajas comerciales que nos daría Estados Unidos, Trump ha jugado fuerte a favor de la Argentina«, dijo Javier Milei en una entrevista en A24. «Estamos trabajando en un montón de cosas, pero no quiero anunciarlo hasta que le pongamos el moño», afirmó, y reconoció que depende de la «geopolítica»: «Soy un aliado incondicional de Estados Unidos«. «Mientras yo esté en el poder, tengo su apoyo», afirmó.
El presidente remarcó que con el acuerdo firmado con Estados Unidos «ganan las dos partes». Y explicó que el acuerdo con los Estados Unidos no requiere un distanciamiento con China, el enemigo político-comercial del gobierno de Donald Trump. «No es cierto, no nos exigieron nada», remarcó.
«El ladrón cree a todo el mundo de su misma condición. Esto es una cuestión geopolítica. No se habló de una base militar de Estados Unidos ni de un puerto», señaló.
Además, Milei informó que la ayuda económica de los Estados Unidos se utilizará para pagar los vencimientos de deudas que tiene el país en 2026.
«Este dinero que ingresa es para pagar deuda. La inflación está a la baja, la pobreza también y el riesgo país también. Vamos en la dirección correcta», señaló Milei por A24.
Desde la guerra comercial iniciada en abril por Trump contra el gigante asiático, Argentina sufrió la ola de aranceles con una tasa del 10% para sus productos, la más baja las impuestas por Estados Unidos. Pero a mitad de año los gravámenes subieron del 25% al 50% para el acero y el aluminio, cuyas ventas a Estados Unidos representaron la mitad del total exportado en 2024 por la Argentina de este producto.
En 2024, Estados Unidos compró US$ 6.400 millones en bienes de la Argentina. Y en el primer semestre, se mantuvo en el segundo mayor destino para las exportaciones argentinas de bienes (manteniendo un leve superávit bilateral) con US$ 3.300 millones, por detrás de las ventas por US$ 6.000 millones a Brasil, pero por delante de los US$ 3.000 millones a China, según Marcelo Elizondo.
Si bien los combustibles y derivados esquivaron las tarifas – el petróleo crudo es el principal producto de exportación a ese país-, los minerales como el oro y cobre sí se vieron alcanzados. Las ventas a Estados Unidos incluyen productos químicos, máquinas y aparatos, propano, carbonato de litio, carne, vinos, camarones, y porotos de soja. También son relevantes la miel, cítricos, té y madera, entre otros.
Según fuentes al tanto de las negociaciones, el Gobierno ya negoció varios aspectos de una «apertura recíproca comercial». Sin el respaldo de Brasil para negociar un Tratado de libre comercio (TLC), Argentina obtuvo en junio el aval del Mercosur para aplicar aranceles cero en forma recíproca a 50 productos, incrementando a 150 las posiciones arancelarias a ser revisadas con Estados Unidos.
Este miércoles podría anunciarse un acuerdo comercial que implica no solo los aranceles de acero y aluminio, sino también el rubro de alimentos.
«Es un acuerdo sobre posiciones comerciales, es la preliminar a un Tratado de Libre comercio«, dijo el Presidente. Y señaló que no le importa de donde vienen las inversiones, aunque prefería a Estados Unidos por sus ventajas, En ese marco, destacó la minería, petróleo, gas, las plantas nucleares y la inversión anunciada por OpenAI para construir data centers en la Patagonia.
El Gobierno ya levantó varias de las trabas observadas por la secretaría de Comercio de Estados Unidos, como barreras para arancelarias, impuestos, regulaciones, patentes y la economía informal. En esa línea, Milei flexibilizó mecanismos para investigar importaciones desleales (dumping), cerró La Salada durante varias semanas en junio, y liberó importaciones, aunque mantiene la tasa estadística.
Las exigencias de Washington contemplan la eliminación de barreras sanitarias y fitosanitarias, la protección de derechos de propiedad intelectual y patentes (en especial, farmaceúticas). Trump tiene un fuerte interés en minerales críticos, tecnología 5G/WiFi 6, energía, petróleo y gas, mientras busca que la Argentina sea el principal abastecedor de litio de Estados Unidos.
Mientras China se concentró en inversiones en litio junto con infraestructura y energía renovable en Argentina, la potencia norteamericana sigue siendo la principal fuente de inversiones directas en la Argentina. Desde 2021, destinó US$ 10.000 millones por encima de China, Brasil o España. Pero ahora tiene premura por los minerales raros, la energía nuclear y su hegemonía militar en la región.
«Aunque fuera mini TLC o aranceles recíprocos, es muy importante para Estados Unidos. La geopolítica está moldeando la estructura del comercio mundial, y Estados Unidos sigue siendo el principal flujo de inversiones. Más que desplazar a China, vamos una ola importante de inversiones de ese país en energía y minería«, dijo Dante Sica, exministro de Producción durante la gestión de Mauricio Macri.
Beijing anunció mayores controles a sus exportaciones de tierras raras, claves para la industria de alta tecnología, como telefonía, automotriz y aeroespacial. En ese marco, Estados Unidos busca reducir su dependencia sobre China, el principal exportador de esos elementos, y asegurar proveedores como Argentina, un país rico en tierras raras y el uranio, un metal que si es enriquecido permite producir armas nucleares.