La Justicia decretó este jueves la quiebra de Alimentos Refrigerados Sociedad Anónima (ARSA), empresa láctea que producía yogures y postres de la marca SanCor. El jueves Federico Guerri, a cargo del Juzgado Comercial 29, fue quien dictó el fallo y dispuso la liquidación final de la empresa y el cierre de sus instalaciones.
Ubicada en el partido bonaerense de Lincoln, la planta empleaba a 180 personas, mientras otras 200 se desempeñaban en la fábrica y el centro de distribución ubicado en Córdoba. Su red logística estaba compuesta por 165 distribuidores que llegan a 70.000 comercios de forma semanal.
El cierre ocurre luego de que el concurso preventivo abierto en abril del 2024 haya fracasado, ya que no apareció ningún nombre dispuesto a quedarse con la firma y sostener la producción.
El grupo Vicentin la gestionó hasta finales del 2023 y contó con la participación de fondos como BAF Capital. Ahora, estaba siendo gestionado por los empresarios venezolanos Manuel y Alfredo Fernández, quienes manejan otras empresas lácteas.
Al momento de presentarse el concurso, ARSA detalló que cargó contra la situación económica del país de abril del 2024, cuando la inflación estaba en altos niveles regían políticas como el control de precios.
Sin embargo, desde el sector atribuyen la responsabilidad de la situación de la empresa a la mala gestión que tuvo a lo largo de los años. El gremio de la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina (Atilra) denunció estos incumplimientos.
Los propios empleados señalaron que cobraban sus sueldos atrasados e irregulares, y que en los últimos meses se abonó un cuarto del mismo y en efectivos, pese al cumplimiento de de las jornadas completas.
ARSA elaboraba yogures, flanes y postres de la marca SanCor, entre las que se encontraban las etiquetas Shimmy, Sancorito, Sublime y Yogs, como las más destacadas.
