Si la misericordia es una de las máximas prédicas del cristianismo, este pastor evangélico de Mar del Plata ignora por completo tal naturaleza: este viernes, un predicador de una iglesia evangelista de la ciudad balnearia fue denunciado y escrachado por una vecina a cuyo perro mató a puñaladas. Al momento de ser increpado, se justificó: «Me tenía podrido rompiendo las bolsas».
«Después se hace el hijo de Dios», se lamentó una vecina del barrio Cerrito Sur, en el sudoeste de Mar del Plata, el viernes por la tarde mientras filmaba e increpaba a un vecino al que acusaba de haber matado a su perrito a puñaladas. La mujer, identificada como Daiana Freite, y su familia se quejaban por lo sucedido, dado que el perro en cuestión (llamado Denis) era de tamaño pequeño y, por ende, no alcanzaba a tocar las bolsas de basura.
Por increíble que pueda parecer, fueron estas últimas sacas de plástico el punto de conflicto: al ser acusado de la matanza del perro, él se justificó asegurando que el animal rompía las bolsas de su cesto de basura.
Todo sucedió en Fleming y Moisés Lebensohn. Freite, la vecina dueña del perro en cuestión, fehacientemente de tamaño pequeño y de color marrón claro, increpó al acusado en la puerta de la casa de este último (y donde funciona la iglesia en la que predica), con cámara en mano. «También filmá que tu perro me tiene podrido rompiendo las bolsas…», se alcanza a escuchar la justificación del acusado. «Traeme el perro muerto», pide Freite, repetidamente.
«¿Cómo va a ser el perro?», continúa la mujer, inquiriendo al acusado, el pastor evangélico identificado luego por ella misma como Luis Carrasca, al que le señala el poste en que se encuentra el cesto de basura y al que aduce tan alto que su perro no podría haberlo alcanzado. Un familiar de la vecina grita de fondo, enajenado: «A ver si me matás a mí». Mientras, ella continúa: «Traeme al perro, traeme al perro». Su familiar también: «Dame un tiro a mí».
A modo de impotente conclusión, se oye decir a la vecina en otro video: «Me mató el perro de una puñalada. Es un perro chiquitito. Después se hace el hijo de Dios». Más videos de la secuencia muestran a niños apoyados sobre sus rodillas y llorando frente al cuerpo sin vida del perro. «Amigo, lo mataron entre dos o tres».
Rápidamente el caso pregnó en las redes sociales y en los grupos de los vecinos de esa zona de la ciudad balnearia. «El pastor de esta iglesia (La cueva de Adulam, Fleming al 2100, Mar del Plata) salió a matar a un perro con un arma, en Fleming y Lebensohn. No puede justificar las cosas con violencia hacia los animales», escribe una usuaria. Un usuario, en cambio, aportó otro pormenor: «Es un garca ese pastor… antes era mecánico, estafó a medio mundo, juega con Dios… Los que lo conocen saben bien quién es, lo apodan El Sapo. A mí hace años me quiso vender un auto sin papeles».
Otra vecina del barrio Cerrito Sur, de nombre Valeria, denunció al pastor Carrasca en el mismo sentido, en una publicación de la pareja de Freite: «Soy vecina del barrio y mi caniche también fue víctima del chabón este. El gil baleó la pata de mi caniche diez minutos antes. Yo pensé que era una lastimadura hasta que luego escuché gritos en la calle y era tu mujer con el perro en brazos, y cuando reaccioné me di cuenta de que mi perro también había sido baleado por el gil este… Un caniche no te puede tirar la basura, hermano. Qué impotencia».
Por su parte, las redes sociales de La Cueva de Adulam identifican al pastor como Luis Evangelista Carrara, a quien el 11 de julio saludó por su cumpleaños: «Hoy damos gracias a Dios por tu vida y por el privilegio de tenerte como nuestro pastor, guía y amigo. Tu entrega, tu fe inquebrantable y tu amor por las almas son un ejemplo constante para toda la congregación». Por lo pronto, a menos de 50 metros de donde este pastor predica la palabra del Evangelio, sus vecinos tienen, al menos desde este viernes, otro ejemplo de él.
