YPF avanza con su plan de venta de yacimientos convencionales para concentrarse en el shale oil de Vaca Muerta. Este lunes le traspasó a Tierra del Fuego áreas que opera en esa provincia.
El acuerdo de cesión fue firmado con Terra Ignis, la empresa provincial de energía, en la casa de la provincia en la Ciudad, con la presencia del gobernador Gustavo Melella; el presidente y CEO de YPF, Horacio Marín; y el presidente de Terra Ignis, Maximiliano Dalessio, entre otras autoridades que participaron.
“Hoy firmamos junto a YPF la cesión oficial de las áreas de explotación hidrocarburífera en el territorio de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, un acuerdo histórico que marca un antes y un después para el futuro energético de nuestra provincia”, publicó en X Melella.

Así, a partir del 1° de enero, la empresa estatal asumirá la operación y desarrollo de los yacimientos Lago Fuego, Los Chorrillos, TDF Fracción A, TDF Fracción B, TDF Fracción C, TDF Fracción D y TDF Fracción E, garantizando la continuidad productiva y laboral, y abriendo una nueva etapa de autogestión de los recursos.
“Este paso no solo asegura la sostenibilidad productiva, sino que nos permite consolidar la soberanía energética fueguina y fortalecer nuestra matriz productiva provincial”, consideró Melella.
Este acuerdo le da continuidad al Memorando de Entendimiento (MOU) de agosto que dispuso YPF, mediante la subscripción de los acuerdos definitivos de cesión de los bloques: Lago Fuego, Los Chorrillos, TDF Fracción A, TDF Fracción B, TDF Fracción C, TDF Fracción D y TDF Fracción E. El siguiente paso es la publicación del decreto y la ley provincial que apruebe la cesión y los términos del acuerdo.
‘Plan 4×4’ de YPF
De esta manera, la compañía avanza con uno de los pilares estratégicos de su ‘Plan 4×4’ que, mediante un manejo activo de su portfolio y la asignación eficiente de sus recursos, busca transformar a YPF en una empresa de shale de clase mundial.
En primer lugar, se desprendió de campos maduros, áreas que alcanzaron un pico de producción y le generaban a YPF pérdidas por los altos costos de operación, por encima de la rentabilidad de la explotación. En el sector, estiman que el costo de un barril convencional ronda los US$ 25, mientras que en Vaca Muerta, US$ 4,5.
En ese sentido, ya fueron vendidos todos y adjudicados en su gran mayoría, como parte del ‘proyecto Andes’ que planteó la gestión actual de YPF a comienzos del año pasado.
Ahora avanza la segunda etapa, de venta de campos convencionales que, si bien están en fase de maduración y todavía siguen siendo rentables, corren el riesgo de que cuando dejen de producir resulten más costosos, por lo que salir más adelante de ellos sería más complejo para YPF. El foco está puesto en destinar todo el presupuesto de la petrolera para producir más pozos en Vaca Muerta.
