Mientras el Gobierno delinea los detalles de la reforma tributaria que llevará al Congreso, en los últimos días crecieron los reclamos del sector financiero sobre los impuestos asociados a los créditos, que elevan los costos totales. La carga impositiva de los Ingresos Brutos provinciales y las tasas municipales están en la mira de bancos y fintech desde hace un tiempo y a este debate se le sumó la necesidad de revisar el Impuesto al Cheque.
Creado en 2001 de manera «transitoria», este tributo a los débitos y créditos aparece en la lista de modificaciones que el Gobierno impulsaría dentro de la reforma impositiva. Mientras en el Ministerio de Economía analizan, no sin cautela, cómo podría eliminarse este tributo el presidente del Banco Central adelantó en la red X un cambio clave.
«Hay una medida que ya esta en la mesa que es eliminar la emisión de cheques físicos. Los echeqs deberían ser los únicos disponibles. Digitalizar la transaccionalidad interempresas tiene beneficios«, publicó un usuario en la red social X y Santiago Bausili respondió: «Hacia allá vamos».
Creados en 2019, los echeq o cheques electrónicos representan actualmente casi el 82% de los montos que se compensan en el sistema y a septiembre último totalizaban las 3,1 millones de unidades, según datos del propio Banco Central.
Consultadas por el impacto de esta iniciativa, fuentes oficiales confirmaron: «Hace un tiempo que venimos analizando el detalle de la utilización de los cheques físicos y así como la tendencia natural lleva a reducir su uso, vamos a estar analizando el marco normativo que profundice esa dirección«. Sin embargo, no detallaron si este cambio en la forma de uso va a repercutir directamente en los impuestos asociados.
En concreto, respecto del impuesto a los débitos y créditos estas mismas fuentes reconocieron que se trata de un tributo distorsivo: «Hay que eliminarlo, pero tiene un valor alto de aporte de recaudación, con lo cual hay que esperar que haya fuentes para reemplazarlo con el crecimiento económico«, explicaron.
Si bien ambas modalidades de los cheques tienen el mismo tratamiento impositivo, los cheques electrónicos permiten una mayor formalización de la economía. «En los cheques electrónicos hay una trazabilidad completa de todas las personas por las empresas y personas por donde pasa ese cheque. Cada uno que lo va recibiendo y lo va endosando queda registrado», explicó el tributarista Sebastián Dominguez. Así, si aumenta el uso de los cheques digitales se limita el uso de los cheques a la orden, que al no ser endosado, es utilizado en la economía «en negro».
Este año, el Central ya introdujo cambios en el uso de cheques, al habilitar en agosto pasado la creación de echeq en dólares, en el marco del impulso a la competencia de monedas. En ese momento, la autoridad monetaria les dio plazo a bancos y cámaras compensadoras hasta diciembre de este año para el lanzamiento de esta herramienta.
Aunque tiene larga data, el reclamo de bancos y fintech por la carga impositiva se escuchó con fuerza en los últimos días. La semana pasada, en el Fintech Forum organizado por la Cámara Argentina de Fintech, distintos representantes del sector reforzaron esta idea como uno de los limitantes para el crecimiento del crédito.
El presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, les prometió en concreto a las empresas del sector algunos cambios. «Se está trabajando para encontrar una solución al impuesto al débito y crédito y espero que antes de fin de año tengan alguna buena noticia al respecto. Estamos haciendo lo posible. No soy quien tiene la lapicera, pero estamos trabajando en eso», dijo.
Días después, en el marco de las Jornadas de Supervisión del Banco Central (BCRA), el tema volvió aparecer en escena. Representantes del sector bancario hablaron tanto del peso de los ingresos brutos como tributos provinciales, las tasas municipales y también del impuesto al cheque. “Fue concebido como transitorio, pero se consolidó y hoy distorsiona el sistema financiero, alimentando la informalidad”, advirtieron.
