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El Gobierno busca quebrar al peronismo en el Congreso

El Gobierno trabaja públicamente para conseguir los consensos necesarios para obtener los votos en el Congreso para aprobar el Presupuesto 2026 y las nuevas reformas. Sin embargo, en esas negociaciones con los gobernadores hay una subtrama, que se gestiona debajo de la superficie.

Esas reuniones con los mandatarios provinciales no constan solamente de votos para las extraordinarias a cambio de obras y recursos económicos. El Ejecutivo va más allá y piensa resquebrajar al kirchnerismo. Pretende dividir al peronismo en dos, creando un “PJ racional” y aislando al sector que “busca desestabilizar al Gobierno”.

“Más allá de lo que haya dicho Milei, siempre tuvimos claro que hay un sector del peronismo que no está contaminado y que se puede hablar. Eso aplica obviamente a los gobernadores que venimos hablando”, subrayó una fuente libertaria, que encabeza las tratativas.

Mientras se hacen especulaciones sobre cómo podría aprobarse el temario de extraordinarias, los armadores de La Libertad Avanza tejen de manera subterránea la forma de lograr su meta: que el oficialismo sea la primera minoría en Diputados y Senadores. “El número es llegar a 93 en Diputados y en Senado entendemos que podamos contar con 44 senadores que apoyen al Gobierno”, sintetizó un funcionario que hoy participó de la mesa política realizada en Casa Rosada.

Además de ese poroteo clandestino, los estrategas políticos del Gobierno trabajan en fracturar al peronismo en el Congreso. Si bien ya viene ocurriendo, en especial en la Cámara Baja donde algunos gobernadores armaron hace tiempo sus propios bloques, la intención de los asesores de Javier Milei es que esos sectores “racionales” se unan en un interbloque y tomen distancia de Cristina Kirchner.

“Venimos hablando eso con algunos gobernadores. A nosotros nos sirve, claramente. Es más conveniente negociar con un bloque grande que hacerlo con 10 a la vez. Confiamos en que reflexionen y se aíslen del kirchnerismo duro, incluso en el Senado donde nos volvieron locos”, agregó un referente karinista.

En nombres propios, el Ejecutivo reconoce avances con el gobernador de Catamarca, Raúl Jalil, el de Tucumán, Osvaldo Jaldo y el de Salta, Gustavo Sáenz. Se tratan de mandatarios provinciales que ya ayudaron al Gobierno en la Ley Bases y en otros grandes tramos de la gestión libertaria, aunque luego se alejaron por “la falta de respuestas” por las promesas incumplidas durante el 2024.

En segundo orden, aparecen los casos del gobernador de Misiones, Hugo Passalacqua, el de San Juan, Marcelo Orrego, el de Río Negro, Alberto Weretilnek o el de Santa Cruz, Claudio Vidal, quienes sostendrían su representatividad independiente en el Congreso, pero con un acompañamiento pleno para el Gobierno.

Hay más interrogantes. La reciente competencia electoral entre Provincias Unidas (Incluye a Chubut, Jujuy, Córdoba, Santa Fe y Corrientes) y los violetas genera suspicacias sobre cuál será el porvenir de las relaciones entre esos gobernadores “de centro” con el Ejecutivo. En Balcarce 50 se muestran optimistas en que “se atenderán sus principales reclamos en materia de obra y financiamiento” y que su nuevo bloque votará favorablemente las reformas y el Presupuesto.

En esa misma línea se encuentra de momento el gobernador de Santiago del Estero, Gerardo Zamora, quien apoyó al oficialismo durante el año pasado, aunque también mostró diferencias durante los meses de aislamiento y cuestionamientos generalizados por parte del presidente en el primer semestre del 2025.

Un punto de inflexión podría ser este viernes, cuando el ministro de Interior, Diego Santilli, asista a la provincia y mantenga un encuentro con el mandatario norteño. Fuentes de la Gobernación señalaron que “hay predisposición de escuchar al Gobierno”, pero esperan “que ocurra lo mismo ante los planteos que le hará el gobernador ante distintos temas que son importantes para la Provincia”. «Queremos ayudar al presidente, pero es importante que nos escuchen», recalcaron funcionarios que responden al gobernador.

Hasta la fecha, Zamora, clave para ese esquema de alianzas que proyectan los libertarios, mira con cierta distancia ese posible frente parlamentario. Si prosperan sus reuniones con el Gobierno, podría considerar acompañar las reformas y formar parte de un “bloque de gobernadores”.