Santiago Bulat, director de Invecq, se refirió a las reformas laboral y tributaria que son las que el Gobierno tiene en agenda para el próximo año.

Para el economista, el contexto laboral es de estancamiento. Según los números que mostró, el nivel de productividad está en caída y desde 2012 el empleo privado formal solo aumentó un 3,3% contra un crecimiento del 34% del empleo público en todas sus versiones y una suba del 43% de los monotributistas.
“La reforma laboral a la que tanta vuelta le damos se está haciendo sola. Uno de los puntos más importantes es el de costos. Un salario de $2 millones al año aporta $6 millones al sistema de seguridad social. Un independiente, $218.000 al año. Es decir, que 27 monotributistas equivalen a un asalariado formal. Estamos desfinanciando el sistema. Acá tiene que haber un cambio”, puntualizó.
Por otro lado, mencionó que el 42% de las personas que tienen un empleo no están registradas en el sistema, que la Argentina es uno de los países en los que más se tiene que pagar para contratar a una persona en blanco y que los juicios laborales están nuevamente en un pico máximo con importes muy diferentes entre las sentencias de los distintos tribunales. Para rematar, señaló que hay un desfasaje entre el talento que buscan las empresas y el nivel de formación con el que salen los estudiantes del secundario.
En cuanto a la reforma tributaria, apuntó que si bien el pico de máxima presión tributaria fue en 2015, si se corrige la presión por evasión, hoy llegaría al 45%. Además, señaló que hay varios impuestos distorsivos, que el Gobierno quiere ir eliminando, como el impuesto al cheque y las retenciones, y mucha diferencia en las alícuotas de Ingresos Brutos entre provincias y de tasas municipales entre municipios.
“Hoy una gran parte de los ingresos de las provincias viene de Ingresos Brutos. Desarmarlo va a ser imposible. Se puede pensar en un IVA compartido y bajar el nacional para subir algo la parte provincial en lugar de Ingresos Brutos. Por eso lo más avanzado es la reforma laboral”, opinó Bulat y cerró diciendo que el Gobierno quiere cambios que no provengan de una devaluación sino de reformas.
“Cuando uno mira las reformas de otros países no son de una vez para siempre. Las reformas en un mundo dinámico son permanentes y a eso nos deberíamos acostumbrar para ganar competitividad”, concluyó.
