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Los looks de Karina Milei son tendencia en redes

“Siento que no hablamos lo suficiente de cuando la Sra. Karina recibió a la esposa de Macron con un traje marrón que decía ‘Sexy’, una remera con una mariposa y zapatos fucsia”, posteó la usuaria Martha M. Lamartha. En varios tuits, la internauta señaló con cierta burla el uso de distintos outfits que Karina Milei utilizó en encuentros y eventos. El mensaje, con notable tono irónico, puntualizó el estilo extravagante que la hermana del presidente hace uso en las reuniones protocolares que asiste.

En esta oportunidad, el escrito estaba acompañado de una imagen en la que se observa a la esposa del presidente francés posando junto con la secretaria general de Presidencia. El excéntrico vestuario de la funcionaria argentina fue criticado y objetado en el hilo del posteo por su mal gusto estético y la falta de criterio formal para un encuentro de esa naturaleza. Sin embargo, la menor de la familia Milei ya estableció su propio estilo a la hora de vestirse, otros posteos de la misma cuenta dan constancia de todo un look establecido. 

Según quienes analizan moda, el uso de esta sastrería seria como una forma de desdramatizar lo institucional, suavizando la imagen de poder tradicional y acercándola a una estética más contemporánea. Esto permite proyectar una identidad múltiple, cercano a lo kitsch, pero a la vez, en sintonía con la moda actual, y formal. Un aspecto estético que muchos definirían como discordante.  La elección de estos looks son “éstratégicos” y sugiere un manejo consciente de su imagen pública, lo que en contextos políticos suele ser una herramienta de comunicación no verbal. 

La combinación de los diseños clásicos con prendas casuales donde aparecen estampas gráficas, colores intensos, frases o elementos pop —como remeras con mariposas, camperas de cuero rojas o zapatos en tonos vibrantes— la ubican en una zona estética que algunos especialistas identifican como maximalista popular, una corriente que retoma códigos del kitsch y del pop fashion en clave contemporánea. Desde luego no se trata de un error estilístico, sino de una estética que mezcla signos “altos” y “bajos” deliberadamente.

Karina Milei

En moda, kitsch no significa necesariamente “mal gusto”, sino una estética que combina referencias populares, colores fuertes y elementos llamativos que se alejan de los cánones clásicos del “buen vestir”. Es un estilo con larga tradición en latinoamérica, asociado al pop latino, al glam popular y a lo que algunos teóricos llaman estética del exceso controlado.

El contraste entre un rol de alto poder institucional y una estética por momentos lúdica genera disonancia para parte del público, que espera neutralidad visual en figuras políticas. Sin embargo, desde el punto de vista de la comunicación no verbal, estas elecciones pueden funcionar como una marca identitaria.  Una figura «Pop-Política» que no se acopla a los códigos tradicionales del power dressing y que construye una imagen propia, a contramano de la formalidad clásica.