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El Mercado mira con recelo las reservas del BCRA

Hay dos formas de acumular reservas que se plantean para la Argentina en este nuevo ciclo que comienza después de las elecciones legislativas para que el país evite un nuevo episodio de corrida cambiaria: a través de los dólares que ingresen básicamente de las exportaciones o de la cuenta financiera (deuda).

El debate está planteado y puesto arriba de la mesa como quizás nunca antes en este último tiempo. Según una estimación de la consultora Eco Go las reservas netas en la definición del FMI son negativas US$ 16.346 millones.

Un ejemplo ocurrió días atrás cuando Santiago Bausili llegó unos minutos antes a un evento de una universidad para brindar un discurso y se puso a escuchar el panel anterior, donde Miguel Kiguel y Marina Dal Poggetto (Eco Go) hablaban de la necesidad de acumular reservas a través de mayores exportaciones. Algo que por ejemplo rechazan economistas más afines al Gobierno como Ricardo Arriazu, quien sostiene que hay que mirar el caso de Brasil que supo juntar divisas a través de la entrada de dólares financieros. Por cierto el Brasil de Lula, no el Brasil de Bolsonaro. Ese mismo modelo es el que hoy citan como ejemplo a seguir en el Gobierno.

Bausili fue claro: “No debemos forzar el ritmo de esa acumulación que será definido por el proceso de remonetización y no al revés. En este debate de la acumulación de reservas algunos pretenden hacerlo por la cuenta corriente. No es lo que nosotros anticipamos en esta etapa”.

En su último reporte Dal Poggetto justamente habla del tema y explica por qué esa estrategia no sería la más aconsejada. La volatilidad de los capitales en un mundo incierto, sumado a un Banco Central sin reservas, “recomiendo prudencia” porque una reversión repentina de los capitales dejaría a la Argentina al borde de otra crisis.

El Gobierno muestra entusiasmo por el apoyo del Tesoro de Estados Unidos y el aumento de las cantidades exportadas sin necesidad de subir el tipo de cambio. El propio Bausili agregó que “la acumulación de reservas no será con un dólar artificialmente alto”.

En el Gobierno por lo tanto están confiados en que podrán acumular divisas con este tipo de cambio. Citan el caso de Brasil que acumuló casi US$ 300.000 millones de reservas entre 2006 y 2011 (la mayor parte por la cuenta capital). Claro, dice Dal Poggetto, fue en un contexto de altas tasas de interés, con una economía poco endeudada en dólares, e independencia del Banco Central, equilibrio de las cuentas fiscales e inflación que no superó el dígito.

¿Puede seriamente pensar la Argentina aspirar a acumular reservas por esta vía sin contar aún con ese track récord?

Caputo tiene razón: las exportaciones crecen con el actual nivel del tipo de cambio. Pero el economista Martín Polo bien observa que el 25% del aumento de las ventas al exterior lo explican cinco productos (minerales y energía) y no por una mejora de la competitividad real.

Además, agrega Polo, el gran interrogante es si eso es suficiente para financiar el aumento de las importaciones que suben al 30% anual.

¿De dónde saldrá ese financiamiento? ¿Si la economía crece a 3% anual, puede Caputo pedir prestado al 10% para financiar el déficit de cuenta corriente? Sería riesgoso. De ahí que desde Wall Street al FMI se pregunten cómo hará el Gobierno para acumular reservas más allá que piensa en la idea de un repo con los bancos. ¿Más deuda?