Walter Correa, ministro de Trabajo de Axel Kicillof en la provincia de Buenos Aires, decidió este martes despedir al funcionario Eduardo Felipe Vallese, que se desempeñaba como asesor de su cartera, por haber solicitado la renuncia de la expresidenta Cristina Kirchner a la titularidad del PJ Nacional.
Vallese, hijo de Felipe Vallese, el primer militante peronista desaparecido, había pedido, ante el Juzgado Nacional con Competencia Electoral a cargo de María Servini, que la exmandataria dejara la presidencia del justicialismo.
El ministro subió un extenso posteo a su cuenta oficial de X explicando su postura: “He solicitado la renuncia de Eduardo Felipe Vallese a su cargo de asesor luego de que tomara la decisión inconsulta de pedir al Juzgado Nacional con Competencia Electoral, a cargo de Servini de Cubría, la renuncia de Cristina Kirchner a la presidencia del PJ Nacional”.
Y justificó su decisión remarcando: “Más allá de la eventual legitimidad de su accionar como afiliado al PJ, su intervención no cuenta con mi aval, por lo que dejará inmediatamente su función en el ministerio que conduzco. Bajo mi gestión no hay lugar para librepensadores inorgánicos».
Para cerrar diciendo: «La gran mayoría de los peronistas no avalamos la injusta detención de la compañera Cristina, en una causa amañada, repleta de irregularidades e impulsada por el poder real. La sacaron de la cancha a la dirigente que trabajó por las mayorías, y la oligarquía jamás se lo perdonará”.
Esta decisión muestra las internas en el justicialismo bonaerense, donde el gobernador Kicillof está enfrentado a la expresidenta y a los militantes de La Cámpora, organización que lidera Máximo Kirchner.
El 18 de noviembre, el gobernador de la provincia de Buenos Aires visitó la Universidad Nacional de Quilmes (UNQUI) y habló en el acto de asunción de las nuevas autoridades de la Juventud Universitaria Peronista (JUP) bonaerense, pidiendo un mayor “involucramiento de la militancia” y afirmando, en referencia a Cristina Kirchner, a quien no nombró explícitamente, que la situación que atraviesa el peronismo “no se arregla con un pensamiento que baje de ningún lado”.
Luego agregó: “Esto se construye pensando, representando democráticamente, participativamente, entre todos y todas. El peronismo tiene que estar a la altura de las discusiones que se están dando en el mundo para hacer frente a un Gobierno que nos quiere imponer un nuevo estatuto del coloniaje disfrazado de acuerdo de libre comercio”.
El mandatario cerró su discurso proponiéndole a la juventud universitaria militante “patear la mesa”, una forma de indicar el rumbo que debería tomar el justicialismo para renovarse.
La ausencia más importante durante el acto fue la de Mayra Mendoza, intendenta de Quilmes, una reconocida integrante de La Cámpora, muy unida a Cristina Kirchner, quien días atrás había presentado, en el mismo lugar, su Plan Bianual de Gestión 2025-2027, reclamándole públicamente “más fondos” a Kicillof para su distrito.
