La ceremonia de jura de los 127 diputados electos tras las elecciones del 26 de octubre marcó un antes y un después en la configuración de la Cámara de Diputados. Con el acto celebrado este 3 de diciembre —que contó con la presencia del presidente Javier Milei, su hermana Karina Milei, y parte del Gabinete— quedó oficializado el nuevo equilibrio parlamentario.
El bloque de La Libertad Avanza (LLA) alcanza 95 bancas, superando a Unión por la Patria (UxP), que quedaría con 93 tras desprenderse varios diputados, incluidos los tres de Catamarca que constituyeron un bloque propio.
Para Lara Goyburu, invitada en QR, “el dato de la jornada es ese”: en pocos días LLA logró convertirse en primera minoría. En sus palabras, “una vez más muestra que, frente a una posición muy fragmentada, hoy la única fuerza política que logra estructurar un proyecto” es el oficialismo.
La fragmentación y la falta de un liderazgo común en las otras fuerzas son, para Goyburu, lo que permite a LLA consolidarse como actor dominante. “Del otro lado sigue sin haber un liderazgo común que amalgame lo que están reclamando seis de cada diez argentinos”, remarcó. Goyburu interpretó que, aun cuando “el Gobierno obtuvo la mayor cantidad de votos a nivel nacional, seis de cada diez no optaron por eso. No hay liderazgo ni proyectos del otro lado«.
Este diagnóstico señala que lo que se renueva no es solo la distribución de bancas, sino también la capacidad de incidencia política: con la primera minoría, LLA tendrá mayor control sobre la designación de autoridades de la Cámara, el manejo de comisiones clave y la conducción del debate legislativo. El contexto previo lo anticipaba: semanas atrás, mediante negociaciones y migraciones legislativas, LLA sumó a tres diputados que provenían de una bancada disidente —los llamados “radicales con peluca”— y redujo al peronismo, presionando su estructura interna.
Hoy, según Goyburu, la situación está clara: la fragmentación opositora —sumada a la ausencia de un proyecto común— convierte a LLA en la fuerza que más orden representativo ofrece. Esa organización le da la sartén por el mango. “Una vez más —aseguró— la libertad avanza”. El nuevo esquema parlamentario anticipa ahora una etapa de gobernabilidad más fluida para el oficialismo.
Con su renovada fuerza, LLA podría avanzar con sus reformas estructurales, presupuestarias y regulatorias con mayor facilidad. Al mismo tiempo, la oposición deberá reconstruir su unidad o resignarse a un rol minoritario y reactivo. En ese contexto, afirmar que “la sarten está del lado del oficialismo” ya no parece una metáfora exagerada.
