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 Libertarios acusan a Villarruel de beneficiar a los K en el reparto de los despachos

Tras el escándalo de la senadora K por un despacho del Palacio Legislativo que terminó con empujones y denuncias, Victoria Villarruel dio un nuevo golpe en el manejo de la Cámara Alta y firmó un decreto detallando cómo quedarán distribuidas las oficinas. La medida dejó algunas sorpresas, pero provocó más tensión con Patricia Bullrich por el trato que recibieron los senadores del oficialismo.

Fue a través del decreto 607/25 que la vicepresidenta comenzó a definir el proceso de reparto de los despachos. En los fundamentos del documento volvió a remarcar que «corresponde instrumentar una distribución orgánica y más equitativa de los espacios que quedarán disponibles» entre los distintos senadores y bloques parlamentarios.

El leitmotiv de la medida ya lo había planteado en un anterior decreto en el que reclamaba a los senadores salientes la entrega del mobiliario y de los bienes del Senado, incluyendo resmas de papel. Pero ahora en el mismo decreto acompaña un anexo en el que se detalla la oficina que le corresponde a cada senador.

Sin embargo, una versión que circuló en el Congreso aseguraba que la distribución de los despachos volvió a generar tensión entre la vice y la jefa del bloque de La Libertad Avanza, quien no habría quedado conforme con la forma en que se distribuyeron los espacios en el Palacio Legislativo porque algunos oficialistas quedaron desplazados.  

Por lo que se desprende del decreto, sólo tres senadores del oficialismo electos en octubre fueron adjudicatarios de oficinas en el Palacio Legislativo. Bullrich fue la más beneficiada en el reparto del mobiliario al recibir la oficina que durante estos años ocupó Martín Lousteau, en el primer piso y a pocos metros de la Presidencia, despacho de Villarruel, y la secretaría Parlamentaria. Según trascendidos, quien también aspiraba a acceder a ese despacho era el jujeño Ezequiel Atauche, quien continuará en el edificio pero en la planta baja.

Los otros dos senadores de La Libertad Avanza que tendrán despacho en el edificio del recinto son el neuquino Pablo Cervi y Agustín Monteverde, el economista compañero de fórmula de Bullrich.

Pero en este nuevo diagrama de los despachos que resolvió Villarruel surge que Jorge Capitanich (Chaco), Martín Soria (Río Negro) y Adrián Bahl (Entre Ríos) tendrán despacho en el Palacio Legislativo. A ellos se suma Gerardo Zamora, el santiagueño con bloque propio que volverá a la oficina que le dejó su esposa Claudia Ledesma Abdala en la planta baja, de cara a la avenida Entre Ríos. Mariano Recalde también tiene acceso al palacio tras renovar su mandato.

A este lote de peronistas se agregan Eduardo «Wado» De Pedro y Florencia López (La Rioja). Pero el caso más curioso es el de la fueguina Cristina López, quien esta semana protagonizó un incidente con el personal de seguridad que terminó con gritos, forcejeos y denuncia.

La senadora había acordado con Sergio «Oso» Leavy quedarse con su despacho, el 742, un semipiso con baño privado. La senadora se había instalado una semana antes de la jura en la oficina tras un pacto con el salteño que incluía mantener a parte de su equipo. Una costumbre que siempre se dio en el Congreso en cada recambio del cuerpo.

Lo cierto es que Villarruel al enterarse de la movida cambió la cerradura y López se llevó un cerrajero para abrirla. Pese a este incidente, la fueguina se quedó con una oficina que fue de Leavy, en el segundo piso aunque sin sanitarios. Como a la mayoría de los senadores también se le asignó una oficina en el anexo de la ex Caja de Ahorro.

Desde el entorno de la vicepresidenta explicaron que no hay espacio para todos los senadores en el Palacio Legislativo y advirtieron que la vicepresidenta se va a comunicar con Bullrich en su debido momento para aclarar la situación. En rigor, la administración Villarruel tiene previsto modificar algunas oficinas para que más legisladores puedan tener un lugar en el edificio del recinto.

Incluso, la oficina 742, que fue parte de la disputa con la senadora K, será dividida para que puedan tener su oficina tres senadores de La Libertad Avanza.

Pero más allá del tema de los despachos, la pelea entre Villarruel y Bullrich genera cada vez más tensiones dentro del entorno de la vicepresidenta. Además empieza a preocupar a los presidentes de los otros bloques que quieren evitar la «diputadización» del Senado recordando los últimos hechos que se registraron en la Cámara baja, con cruces, insultos y hasta trompadas dentro del recinto como se dio entre los libertarios Lisandro Almirón y Oscar Zago.

Otros datos del decreto de Villarruel es que finalmente Carlos «Camau» Espínola «heredará» la oficina que ocupó el salteño Juan Carlos Romero, uno de los principales socios que tuvo el oficialismo en estos dos años. Mientras que la salteña Flavia Royón que responde al gobernador Gustavo Sáenz, también se aseguró una oficina en el palacio, la que venía ocupando Espínola, aunque están viendo la posibilidad de que le hagan un baño.

Una aclaración, en la nómina de los despachos del Senado fue excluida la rionegrina Lorena Villaverde, que renunció a su banca y continuará como diputada hasta diciembre de 2027. No obstante, en su reemplazo ingresará Enzo Fullone, quien deberá esperar que le asignen un despacho.