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María Eugenia Vidal: «Hace falta una reforma tributaria que baje impuestos a las pymes»

María Eugenia Vidal termina el 10 de diciembre su mandato como diputada nacional. La exgobernadora bonaerense, crítica del acuerdo electoral del PRO con La Libertad Avanza (LLA), encara una etapa con desafíos en el sector privado, donde ya lanzó su nueva consultora: MEV Consulting.

Vidal, que hizo su carrera política bajo el macrismo, preside la Fundación Pensar, que recientemente lanzó un trabajo que profundiza reformas estructurales que, a su entender, precisa el país. «El empleo es el gran tema que viene, y va a preocupar al gobierno y a muchas empresas», sostuvo Vidal en diálogo con Ámbito.

Asimismo, expresó sus diferencias respecto a Javier Milei aunque señaló que el Gobierno «tiene una gran oportunidad de cambio».

Periodista: ¿Cómo está transitando este fin de mandato y qué tiene pensado hacia adelante?

María Eugenia Vidal: Estoy muy feliz en este cierre de ciclo. Justo anoche mi hijo más chico terminó el secundario, fue mi último acto escolar como mamá, así que vengo de días con muchos cambios. Siento que cumplí un ciclo en el Congreso y también en el servicio público. Por un tiempo decidí dedicarme al sector privado: estoy emprendiendo mi consultora, armando proyectos con distintas empresas. También sigo enseñando en universidades, algo que empecé hace algunos años y me gusta mucho. Estoy desafiada y contenta con esta reinvención. Creo que hoy el mundo laboral demanda capacitación permanente. Ya no alcanza con un título universitario, hay que aprender todo el tiempo.

P: ¿Qué le deja esta etapa en la política y cómo lee el presente de la Argentina?

M.E.V.: Soy muy agradecida de mi carrera pública. Tuve la oportunidad de liderar la provincia de Buenos Aires, que es el 40% del país. Si fuera una empresa privada, sería la octava del mundo en tamaño. Cada decisión involucraba a millones de personas. Fue un aprendizaje enorme: desde poner en marcha un sistema de emergencias hasta gestionar 80 hospitales y 12 mil escuelas. A eso se suman mis ocho años en la Ciudad con Mauricio Macri y estos cuatro en el Congreso, donde aprendí la lógica de las leyes y cómo impactan en el sector privado y en la gente. Fue una etapa valiosa y sé que nunca se termina de aprender.

P: Entre sus actividades mencionó que estás lanzando su consultora. También preside la Fundación Pensar, que ayer presentó un informe sobre reformas estructurales. ¿Cuál es el aporte a la discusión que se viene?

M.E.V.: El empleo es el gran tema que viene, y va a preocupar al gobierno y a muchas empresas. El mundo está atravesando una revolución tecnológica: el Foro Económico Mundial estima que se crearán 69 millones de empleos hacia 2027, pero se destruirán 82 millones. Eso exige capacitación permanente en todos los países. El problema es que Argentina parte de un lugar mucho más frágil, ya que hace 13 años que no se genera empleo privado formal; crece solo el empleo público, el cuentapropismo y la informalidad. Haciendo lo mismo no vamos a obtener resultados diferentes. La Ley de Contrato de Trabajo tiene 50 años. Es de la dictadura, de antes de la TV color, Internet, celular, plataformas. Hoy solo 6 millones de argentinos trabajan con vacaciones, aguinaldo y aportes; el resto no. Necesitamos cambiar eso. Pero la reforma laboral no alcanza por sí sola: también hace falta una reforma tributaria que baje impuestos a las pymes, que generan el 70% del empleo. Hoy cuesta casi la mitad de un salario tener a alguien en blanco. Y también una reforma educativa que prepare a los chicos para su primer trabajo.

P: Hay consenso en muchos sectores, incluso en la oposición peronista, sobre la necesidad de cambios laborales e impositivos. ¿Por qué cuesta tanto acordar? Y en lo tributario: ¿cómo se mejora sin afectar a las provincias que dependen de Ingresos Brutos?

M.E.V.: En 2017 dimos un paso importante con el Pacto Fiscal, que firmaron 23 provincias, incluida Buenos Aires. Si se hubiera cumplido, en 2022 Ingresos Brutos estaría casi en cero para la mayoría de las actividades. Pero el gobierno de Alberto Fernández lo revirtió. Eso es lo que hay que recuperar cuando hablamos de negociar con gobernadores. Sobre por qué cuesta acordar: la polarización ayuda a ganar elecciones, pero no a resolver problemas. Las reformas requieren seriedad, profundidad y trabajo. No hay soluciones simples; si las hubiera, ya las habríamos tomado. Y no es imposible. Nuestros vecinos lo hicieron y por eso tienen más inversión y empleo privado.

P: Mucho de lo que plantea podría decirlo un dirigente del gobierno de La Libertad Avanza. Pero usted se opuso a un acuerdo con Milei. ¿Qué la diferencia?

M.E.V.: Creo que el Gobierno tiene una gran oportunidad de cambio. Es tiempo de audacia y diálogo. Además de las reformas laboral, tributaria o penal, hay que encarar la educativa. Hoy la mitad de los chicos de tercer grado no entiende lo que lee. Eso condiciona toda su vida laboral. También creo que la obra pública se puede hacer sin corrupción, y que necesita inversión privada pero también del Estado. Sin infraestructura —puertos eficientes, accesos, trenes, aeropuertos modernos— no hay desarrollo productivo. Y la política exterior debe pensarse no solo en términos geopolíticos sino comerciales: acuerdo con la Unión Europea, relación con Brasil, con la región. Eso también genera trabajo.

P: En lo político, el PRO parece haber sido el más perjudicado en la relación con La Libertad Avanza. ¿Cómo queda parado el partido y cómo reconstruye su identidad?

M.E.V.: El PRO tiene un futuro de reconstrucción. Desde Fundación Pensar estamos formando cuadros: pasado mañana se gradúa la primera camada de 40 jóvenes con universidades como San Andrés y Di Tella. Creemos que prepararse para ocupar cargos públicos es clave. El PRO tiene talento para empezar de nuevo y además tres gobernadores, bloques legislativos y estructura territorial. Es mucho más que lo que teníamos hace 20 años.

P: ¿Tiene diálogo con Mauricio Macri? ¿Y qué rol ve para él y para Horacio Rodríguez Larreta en esta etapa?

M.E.V.: Mauricio es el presidente del partido y sigue siendo el líder del PRO. Horacio tomó una decisión que yo no compartí, pero hace meses que empezó su propio camino fuera del PRO.

P: ¿Imagina una reconstrucción de Juntos por el Cambio o es una etapa cerrada?

M.E.V.: No hay que apelar más al pasado. Lo que viene hay que construirlo hacia adelante, convocando a dirigentes jóvenes y renovando la política. Está bueno que aparezcan nuevas caras. Por eso también me parece sano dejar lugar a otros.

P: Hace poco hizo un posteo irónico en LinkedIn anunciando su salida de la función pública. ¿Cómo le fue con eso? ¿Qué ofertas recibió?

M.E.V.: Estoy compartiendo el proceso con mucha gente que está transitando lo mismo que yo. Aprendí a usar LinkedIn preguntando a personas que hicieron el mismo camino, como Susana Malcorra o Gisela Constantini. Compartimos aprendizajes. Tuve entrevistas de trabajo y estoy como cualquier persona que termina una etapa, haciendo cursos, viendo qué habilidades me faltan. A mis 52 años estoy empezando de nuevo, usando lo que sé pero aprendiendo cosas nuevas.

P ¿La consultora ya tiene nombre?

M.E.V.: Sí: MEV Consulting, con mis iniciales. Estamos definiendo productos y contactando clientes.

P: Y entre los dirigentes jóvenes del PRO, ¿a quiénes ves con proyección?

M.E.V.: Me gusta mucho Soledad Martínez, intendenta de Vicente López; Esteban Allasino, en Luján de Cuyo; Pablo Bereciartúa, en Villa Allende; Facu Massoni, en Viamonte; Sergio Siciliano en la Legislatura porteña; Silvia Lospennato, que ahora será legisladora de la Ciudad. Hay una nueva generación, incluso muchos que todavía no son conocidos y de quienes se va a hablar mucho.