Cuando parecía que Axel Kicillof había sorteado con éxito los obstáculos de la oposición y también internos para garantizarse el endeudamiento, las advertencias del Gobierno nacional sobre la posibilidad de no autorizar la toma del deuda por el monto total de 3.695 millones de dólares prolongó el suspenso y disparó otro cruce entre la Casa Rosada y la administración provincial.
El gobernador, sin embargo, transmitió este domingo que considera una “puesta en escena” las dudas sembradas en las declaraciones de Luis Caputo y Sebastián Pareja y que, según su mirada y la de su equipo, no habrá problemas para que la gestión encabezada por Javier Milei habilite el financiamiento.
“Estamos muy tranquilos, porque cumplimos con todos los parámetros para tener la aprobación”, descontó un integrante del Gabinete bonaerense.
“Es humo para la tribuna. Caputo está al tanto de las cuestiones técnicas, vamos a pedir para rollover y lo van a autorizar. De lo contrario la Provincia caería en default y quedaría en riesgo la condición crediticia del país. Sería también un tiro en el pie para ellos”, completó el argumento que sostendrán los funcionarios llegado el momento de avanzar con el endeudamiento.
Una parte, sin embargo, tiene asignación para obras como los 400 millones de dólares destinados a proyectos energéticos y a la empresa Aubasa.
Más allá de los contactos que hubo entre los miembros de las secretarías de Hacienda de ambas administraciones, y también con Santiago Bausili y otras piezas del equipo de Caputo, en La Plata no adelantaron en qué momento pedirán el aval de Nación para emitir deuda, en el mercado local y en pesos.
“Será a medida que vayamos necesitando. Hay que analizar las condiciones de mercado y cuando esté la ventana de oportunidad lo vamos a encarar”, indicaron.
Primero Caputo y luego Pareja pusieron objeciones a la autorización por el monto total, sancionado por la Legislatura en la madrugada del jueves, luego de intensas negociaciones por repartos de cargos en el directorio ampliado del Banco Provincia, otros organismos estatales y la garantía de un piso de 250 mil millones de pesos a los municipios. Para la aprobación se necesitaban los dos tercios de los votos en las dos Cámaras.
“Buenos Aires no está cumpliendo con la Ley de Responsabilidad Fiscal. Técnicamente, lo que es deuda nueva no debería estar sujeta a aprobación porque no está cumpliendo con la ley. La provincia está aumentando los gastos corrientes por encima de la inflación”, arremetió Caputo en una entrevista en A24. Este domingo desde Economía remitieron a esas palabras para ratificar la posición del Gobierno nacional.
“Milei no va a convalidar acuerdos de casta hechos a espaldas de la ciudadanía, que endeudan a los bonaerenses y reparten cargos a cambio de un voto, aumentando aún más el gasto en estructuras públicas ineficientes”, posteó Pareja, diputado nacional electo y armador de La Libertad Avanza en el principal distrito electoral del país.
La próxima pulseada de cara a 2027 se coló en la discusión, por lo que se prevé una relación posiblemente todavía más áspera para el año que viene entre ambas gestiones.
“Que lo aprueben ni bien lo mande. Rapidito, Toto”, ironizó Kicillof enfocado en el ministro de Economía. “La ley se llama refinanciamiento, y simplemente cubre los vencimientos que tiene la provincia del endeudamiento que viene de la época de Vidal”, replicó el gobernador el viernes, consultado sobre la nueva controversia.
“Más lío no nos pueden armar. Nos deben 13 billones de pesos, no sé ni qué hablan los libertarios”, cuestionó el mandatario bonaerense.
Cerca de Kicillof adjudicaron la posición del Gobierno a una necesidad de “diferenciarse” de la parte del PRO que avaló el financiamiento y que Pareja cumplió un “acting” luego de haber presionado para rechazar la ley y de haber sido desautorizado por sus aliados.
“No tiene sentido discutir en el aire. Este año pagamos la deuda con recursos de la Provincia que deberían haber ido a comida, remedios y obras. Si no podemos emitir para refinanciar, vamos a estar muy complicados para pagar”, insistieron en la sede platense de la calle 6.
