El Gobierno dividirá la reforma tributaria en proyectos separados para minimizar el impacto fiscal y evitar déficit. El Ejecutivo descarta avanzar con un paquete integral en el corto plazo y planea impulsar los cambios en el régimen de forma progresiva durante 2026 y 2027. La prioridad de Nación es la sanción de la reforma laboral, que intentará oficializar antes de febrero.
“No hay una sin la otra”, expresan en el oficialismo. Los equipos técnicos del Ministerio de Economía están avanzando sobre las modificaciones, pero advierten que no hay una postura unificada por el momento sobre la secuencialidad de las medidas. Las ubican en el plano del largo plazo.
La Casa Rosada advierte que la versión más amplia del rediseño impositivo -que incluye un nuevo esquema del IVA, la eliminación del impuesto al cheque y cambios en el sistema de coparticipación– no tiene hoy margen político y fiscal para avanzar. Buscan también que esté acompañado de una baja impositiva junto a recortes en el gasto de las provincias para que haya una “competencia fiscal” territorial.
La mesa chica de Balcarce 50 quiere además avanzar con la reforma del monotributo, al que califica de “insostenible” en el mediano plazo. Nación evalúa reemplazarlo por esquemas más dinámicos que faciliten la transición al régimen general mediante un sistema gradual de incentivos fiscales. Se trata de uno de los puntos a los que hizo mención el Fondo Monetario Internacional (FMI).
En la Casa Rosada reconocen que los recortes que preparan tienen un alto costo fiscal -que puede generar tensiones sobre la recaudación en el corto plazo- e insisten con que no avanzarán si no hay un crecimiento económico que sustente la pérdida en la recaudación. “Vamos a ir bajando impuestos a medida que tengamos mayor margen de caja”, agregan.
El Ejecutivo ya incluyó cambios tributarios en la reforma laboral que envió esta semana al Senado. Abarca reducciones en Ganancias corporativas, nuevas exenciones en operaciones financieras e inmobiliarias, la creación del Régimen de Incentivo para Medianas Inversiones (RIMI) y la devolución del saldo técnico de IVA a partir del tercer período fiscal.
El documento propone también eliminar impuestos internos de baja recaudación y otorgarle a la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) facultades ampliadas para reglamentar. Para el Gobierno, esas medidas funcionan como un “primer paso” antes de impulsar mayores bajas impositivas en 2026.
Contempla además un tratamiento fiscal especial para los Fondos de Asistencia Laboral (FAL) -que pagarán indemnizaciones- debido a que los rendimientos quedan exentos del impuesto a las ganancias y del IVA, con excepción de las comisiones. La contribución obligatoria del 3% que financiará cada cuenta individual se compensará con una reducción equivalente en las contribuciones patronales destinadas al Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA).
