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Con miedo y ganas de morir: así vive hoy la joven que denunció por violación a los exjugadores de Vélez

La joven periodista tucumana que denunció en marzo del 2024 haber sido violada por cuatro jugadores de fútbol que pertenecían al club Vélez Sarsfield, se presentó espontáneamente ante la fiscal Adriana Reinoso Cuello, que investiga el caso, y denunció una campaña de hostigamiento y filtraciones de prensa orquestada por la defensa de uno de los jugadores, para según ella, empujarla a quitarse la vida.

“Pienso a cada momento en terminar con todo”, aseguró.

En su declaración, la joven de 26 años que denunció haber sido abusada sexualmente por los exjugadores de Vélez Sarsfield, se quebró emocionalmente ante la fiscalía.

Lejos de discutir los detalles periciales del hecho ocurrido en la habitación del Hotel Hilton, la víctima expuso el infierno personal que atraviesa desde hace más de un año y medio: aseguró que el proceso penal se ha convertido en una tortura psicológica diseñada para quebrarla y confesó tener pensamientos suicidas constantes ante la presión mediática y judicial que se generó a partir de su denuncia.

“Señora fiscal, no puedo más”, aseguró y advirtió que desde hace más de un año y medio la investigación dejó de centrarse en el abuso sexual agravado para enfocarse en ella, sus amigos y su intimidad.

En uno de los tramos más crudos de su relato, la denunciante describió las secuelas psicológicas y físicas que padece tras el hecho. “Le tengo pánico a menstruar”, dijo.

Además, dijo que siente “ansiedad y asco” ante la sola idea de mantener relaciones sexuales.

Por otro lado, la joven manifestó haber perdido su prestigio profesional como periodista. “Doy por perdido mi sueño de alguna vez casarme y tener una familia propia. ¿Quién querría estar con alguien como yo, con lo que los medios dicen de mí?”, se preguntó ante la funcionaria judicial.

Un informe psicológico oficial adjunto a la causa corrobora este cuadro. Allí se le diagnosticó un Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT), acompañado de altos niveles de ansiedad, depresión e ideación suicida, destacando una “problemática sexual” y un autoconcepto empobrecido producto del trauma.

La querella, encabezada por la abogada Patricia Neme, denunció que la defensa del imputado José Ignacio Florentín Bobadilla cruzó un límite ético y legal.

Según la presentación, los abogados defensores orquestaron una “falsa denuncia” contra la víctima y sus testigos, filtrándola apenas se realizó, a un medio digital local, para generar así un impacto en la opinión pública.

Esta maniobra incluyó la publicación del nombre completo de la víctima y testigos, chats privados y detalles de una supuesta organización criminal, con el objetivo de generar un “escarnecimiento público”.

Según las palabras de la víctima ante la fiscal, esta exposición busca desacreditarla y empujarla “hacia el suicidio”.

La presión no solo recae sobre ella, la joven relató cómo sus amigas y testigos clave se alejaron tras sufrir allanamientos y secuestros de sus teléfonos: “Se ha permitido que se investigue a mis amigas… eso ha destruido mis vínculos”.

Ante la fiscal, la víctima reclamó por la pasividad del Ministerio Público frente a lo que considera una revictimización sistemática y manifestó: “La Unidad Fiscal ha permitido que me injurien, me traten como si fuera la peor lacra que camina en Tucumán, que me acusen de mentirosa, de fabuladora, de put.. y hasta de estar involucrada en explotación sexual”.

La denuncia de la querella sostiene que la defensa de los jugadores intentó tergiversar testimonios para armar una causa paralela.

Utilizaron frases descontextualizadas de testigos para inventar un supuesto plan de “falso robo” de celular, algo que se desmintió al aclarar que los dichos eran solo rumores de terceros y que nunca se implicó a los abogados de la joven denunciante en un delito.

Asimismo, según ella, se acusó falsamente una persona de haber robado grabaciones del las cámaras del hotel, hecho desmentido categóricamente por el Gerente y el Jefe de Seguridad del Hilton, quienes confirmaron que el material siempre estuvo bajo custodia.

El escrito presentado por la abogada Patricia Neme, que representa a la víctima, solicitó la detención inmediata de Florentín Bobadilla por entorpecer la investigación y violar las restricciones de acercamiento mediante este hostigamiento manifestado ante la fiscal por la joven periodista.

Al final de su declaración, temblando e invadida por la ansiedad, la joven dijo: “Gracias a Dios que tengo pruebas de lo que me hicieron estos jugadores, sangre, lesiones constatadas, un short entregado por mi propio papá con pruebas genéticas, todas pruebas objetivas. Cómo puede ser que ni siquiera con esa pruebas la causa haya sido elevada a juicio. ¿Cuántas mujeres más tenemos que morir para que las instituciones funcionen?”.

“¿Cuántas muertes más tienen que seguir, tiene que seguir la mía, cómo fue la de Paola Tacacho y Karla Roble para encontrar justicia?”, cuestionó por último./TN