Después de días de angustia y desconcierto, la salud de Christian Petersen parece evolucionar poco a poco, contagiando la esperanza y el deseo de su pronta recuperación entre sus seres queridos. En ese marco, y a tan solo horas de celebrar la Navidad, la familia del chef publicó un sentido comunicado relatando la mejora del cocinero y mostrando su agradecimiento por los mensajes de cariño recibidos.
“En esta Navidad, los Petersen nos sumamos a la jornada festiva en agradecimiento por la franca mejoría de Chris. Nuestro profundo agradecimiento a los hospitales de Junín y San Martín de los Andes que han conducido con cordialidad y tremendo profesionalismo un cuadro que en principio parecía más sencillo”, comienza diciendo la carta publicada en la cuenta oficial de Christian Petersen.
En la misma, la carta relata las dificultades que enfrentó el chef y cómo fue la sucesión de hechos que terminó con su internación: “Gracias a un certero diagnóstico del guía contratado, Chris fue derivado hace 10 días al Hospital de Junín con un importante stress físico debido al excesivo esfuerzo realizado para hacer cumbre en el volcán Lanin, disparando un cuadro preventivo cardiológico, en el cual se centró toda la atención. Esta situación vivida en la montaña derivó en una fuerte descompensación multiorgánica, que por suerte fue evolucionando día a día. Queremos agradecer tantas señales de afecto y energía positiva recibidas, que pulsan lo más valioso que Chris y la familia necesita, el respeto y la tan amorosa valoración de la vida. Gracias, familia Petersen y compañía”.
En paralelo, quien también decidió pronunciarse fue Roberto, hermano del cocinero. “Hoy quiero agradecer de corazón los mensajes de todos en estos días tan difíciles para nuestra familia. Chris viene día tras día, de a poco, recuperándose gracias al excelente equipo del Hospital de San Martín de Los Andes Dr. Ramon Carrillo y por la fuerza que lo caracteriza. Felices fiestas”, expresó el chef con profunda emoción.
Actualmente, Christian Petersen permanece internado en terapia intensiva en el Hospital Dr. Ramón Carrillo de San Martín de los Andes, tras sufrir una falla multiorgánica durante una excursión al volcán Lanín en la Patagonia argentina. El chef lleva ocho días bajo pronóstico reservado, mientras su entorno y la comunidad gastronómica mantienen un clima de hermetismo y preocupación. Su esposa, Sofía Zelaschi, y la familia permanecen a su lado, ofreciendo apoyo permanente en este momento crítico.
El incidente ocurrió el viernes 12 de diciembre, cuando Petersen participaba de una expedición junto a un grupo de excursionistas. El guía detectó que el chef no estaba en condiciones físicas apropiadas para continuar el ascenso y solicitó la intervención de un guardaparques, quien coordinó de inmediato el rescate. Petersen fue descendido, sedado y trasladado en ambulancia al hospital de Junín de los Andes, donde los médicos diagnosticaron una fibrilación auricular, una arritmia cardíaca peligrosa. Tras ser estabilizado, fue derivado al Hospital Dr. Ramón Carrillo, donde ingresó a terapia intensiva por un cuadro de falla multiorgánica.
La fibrilación auricular suele asociarse a arritmias de alto riesgo, capaces de desestabilizar diversos sistemas del cuerpo humano. Según expertos en salud, la falla multiorgánica implica la disfunción simultánea de al menos dos órganos vitales y constituye una emergencia médica que exige atención inmediata en cuidados intensivos. Se trata de una afección potencialmente mortal que demanda tratamiento continuo y especializado.
La noticia sobre el estado de Christian Petersen trascendió el jueves 18 de diciembre, casi una semana después del incidente. Fue entonces cuando se difundió el primer y único parte médico oficial, emitido mediante un comunicado conjunto del Ministerio de Salud de Neuquén y el Hospital Dr. Ramón Carrillo. En él se informó que el paciente ingresó a cuidados intensivos con un cuadro de falla multiorgánica y que su condición seguía siendo reservada, acompañado de un pedido expreso de respeto a la privacidad del chef y de su círculo íntimo.
Durante estos días, la familia y el equipo médico optaron por el resguardo absoluto de la información. Analía Franchín, en contacto con allegados al chef, destacó la presencia continua de familiares, subrayando: “Toda la familia lo está acompañando, incluso su esposa Sofía”. Esta actitud reflejó el acuerdo de mantener un silencio prudente durante las horas más delicadas en torno al diagnóstico de Petersen.
La relación con Sofía Zelaschi, con quien Petersen contrajo matrimonio en abril tras siete años juntos, se convirtió en un soporte emocional central para el chef. Días antes del episodio, Petersen compartió en sus redes sociales una reflexión inspirada en versos de Rabindranath Tagore, dirigida a su esposa, que evidenció el bienestar personal que atravesaba. Ambas partes extendieron públicamente muestras de cariño y agradecimiento, mientras la familia protegía el entorno privado del chef.
El respaldo a Petersen se replicó en el ámbito profesional y mediático. Colegas, figuras del sector gastronómico y medios especializados expresaron mensajes de apoyo en redes sociales. El canal elGourmet, por ejemplo, publicó: “Desde la familia de elGourmet acompañamos con todo nuestro cariño a nuestro querido Christian Petersen en este difícil momento. Nuestros pensamientos están con él y su familia, enviando fuerza y confiando en su pronta recuperación”.
Antes del incidente, Petersen transitaba una etapa de replanteo en lo personal y profesional. Había manifestado la intención de buscar mayor equilibrio entre el trabajo y la vida familiar, haciendo hincapié en la delegación de responsabilidades y la planificación de un descanso. Sus actividades recientes incluyeron la concesión de un restaurante en Buenos Aires y la creación de nuevos especiales televisivos, además de planes para recorrer la Argentina junto a su esposa.
La decisión de preservar la intimidad y el resguardo del chef frente a la adversidad evidencia la relevancia que la privacidad y la contención familiar revisten en la vida de Petersen. Esta postura es compartida y respetada tanto por sus allegados como por quienes siguen su trayectoria, estableciendo un límite claro entre el interés público y el espacio personal.
